La Selección Colombiana de Fútbol sub 17 es la nueva subcampeona del Sudamericano de la categoría luego de perder contra Brasil desde el punto penal. A pesar de que el equipo se fue en ventaja durante casi todo el segundo tiempo, una enfriada en los últimos minutos le otorgó el empate a la canarinha que se aprovechó de la nobleza colombiana y dejó saber el porqué son el país más grande en el mundo del fútbol y también, el porqué seguimos siendo débiles de mentalidad y unos microbios junto a otros equipos que nos suelen pasar por encima.
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Para la tricolor, este es solo un fracaso más, tal y como ya estamos acostumbrados a verlos en cada una de las categorías. No importa si es sub 17, 20, 21, 23, de mayores, mujeres, hombres o gallinas, el resultado suele ser el mismo, y esto mismo ha llevado al hincha colombiano al borde de la desesperación, ya que muchos no aguantan que en nuestro país haya cierto ambiente de conformismo que colma la paciencia de aquellos que se mueren por ver a la camiseta de los cafeteros alzando una copa, lo cual, cada día, se convierte en una hazaña imposible que, si se llega a dar, será para decretar un día festivo.
De hecho, solo hay que dirigirse a las publicaciones donde se hace alusión a esta nueva derrota para darse cuenta de que el público está completamente agotado de las derrotas en partidos definitivos, por lo que la Federación deberá pensar en una estrategia para tratar de sanar la relación con la hinchada, misma que se ve flagelada cada que hay un cotejo de una de las selecciones, pues, más allá de lo que suceda, la predisposición de la derrota está latente y las críticas se comen vivos a todos los futbolistas.