Unos de los grandes damnificados a lo largo de la historia dentro del fútbol han sido los árbitros, bien sea por sus malas actuaciones, el reproche de los jugadores o la inconformidad de los hinchas, quienes han llegado a tomar medidas drásticas en su contra, llegando a agredirlos y amenazarlos, casos bastante populares en el fútbol colombiano, aunque mayormente presentes en las décadas de los ochenta y noventa.
Hoy en día, la FIFA y las respectivas confederaciones han intentado mitigar la violencia contra los jueces, tratando de reducir su margen de error e imponiendo medidas que, de cierto modo, suelen parecer arbitrarías y poco naturales, como la regla que impide a todos los jugadores hablarle al juez central, a menos de que se trate del capitán de cada club. Una de las herramientas que se puso a disposición de los jueces fue la asistencia virtual VAR, la cual desde su inclusión ha despertado amores y odios por doquier, legando a desencadenar un debate constante sobre sus métodos de aplicación y sus dudosas intervenciones, que a veces parecen ser desmedidas y le quitan naturalidad al desarrollo de los partidos.
A pesar de todos los intentos por intentar frenar la hostilidad en contra de los encargados de impartir justicia en los juegos, se dan situaciones como la presentada en la Copa de Perú, donde en medio de un juego entre Sport Huaquilla y Magdalena, un personaje se levantó de uno de los banquillos para reclamarle al árbitro de forma airada y agresiva, a lo cual el juez le respondió con una patada directo al cuello, causando una gresca monumental.
Domiciliario se robó el show al entregar un pedido al árbitro en pleno partido
Todo se trató de una campaña publicitaria en la que el domiciliario llevaba en su maleta nada menos que el balón con el que comenzó el partido. Bastante importante su pedido.