Uno de los equipos con mayor historia que actualmente se encuentran en la segunda división del Fútbol Profesional Colombiano es el Real Cartagena, elenco tradicional de la región caribe que conforma el trío de clásicos rivales junto al Unión Magdalena y el Junior de Barranquilla. A pesar de que llevan muchos años intentando llegar a la máxima categoría, se les ha hecho esquiva la opción, aún, haciendo inversiones bastante grandes llevando futbolistas importantes como Christian Marrugo, Juan José Ramírez y Wilfrido de la Rosa. En medio del dolor de seguir en segunda, hubo un querido hincha que manifestó su interés de comprar la institución, pero que la muerte se lo llevó antes de que pudiera materializar su objetivo de vida.
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Muchos hinchas se han ilusionado con la plantilla actual, pues, ante la cercanía que tuvieron del ascenso en el 2024, cuando quedaron a escasos puntos y partidos de jugar el famoso repechaje, que no se dio por el supuesto arreglo entre Llaneros y Unión Magdalena, quienes en la gran final ganaron cada uno un duelo, haciendo que el equipo de ‘La media Colombia’ ascendiera por reclasificación y que los ‘samarios’ lo hicieran desde el punto penal, sentenciando al equipo ‘heroico’ a pasar un año más en la B.
Más allá de la ilusión creada, hoy el equipo recibió una muy mala noticia al conocerse que Edgardo Monterroza falleció, siendo uno de los hinchas más fieles y que más aportó a la identidad del club por una canción que compuso, que se hizo viral entre los fieles al equipo cartagenero. Así lo dio a conocer el medio ‘El Universal Cartagena’ a través de su cuenta de Instagram: Hay luto en la ciudad, pues falleció Edgardo Monterroza, un apasionado por el Real Cartagena, también cantante, pues era la voz de Karisma Celestial, un grupo musical que operaba en las iglesias católicas de la ciudad. “Mi sueño es comprar al Real Cartagena”, había dicho Monterroza en algunas entrevistas. Cuando Real estuvo en la A, Monterroza fue líder espiritual del equipo cartagenero. Estuvo muy cerca del heroico, se gozó el subcampeonato de la A en 2005 y lloró de la felicidad en los tres ascensos: 1999, 2004 y 2008.
