Carlos Ortega, árbitro que pitó la final de la Superliga entre Atlético Bucaramanga y Atlético Nacional vivió una incomoda situación de parte del técnico del equipo local, el paraguayo Gustavo Florentín, que literalmente lo apretó en plena cancha.
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Esto se sumó al manejo que el conjunto Leopardo le dio al compromiso que poco se jugó de cuenta de la pérdida deliberada de tiempo que nunca fue controlada por el juez.
Todo esto se dio en medio del juego de vuelta del duelo de campeones en donde una vez más se impuso Nacional, esta vez desde los lanzamientos desde el punto penal en donde brilló el portero Harlen ‘Chipi-Chipi’ Castillo.
Vea acá: Atlético Nacional se coronó campeón de la Superliga 2025 desde el punto penal
Florentín apretó al árbitro Ortega
Fue sobre los 39 minutos de juego cuando el juez central se acercó al entrenador paraguayo a pedirle que se calmara y respetara su zona técnica en el que el adiestrador le dio una muestra de sus fuerzas y le midió el pulso al árbitro.
Tras darle la mano, Gustavo Florentín apretó con fuerza la mano de Carlos Ortega, sin soltarla, al punto que le pegó un duro jalonazo que devolvió al árbitro cuando se quería marchar. Ante este gesto, el central le pegó otro jalonazo para soltarse y se marchó.
Esto indignó a muchos, incluso en la transmisión oficial, Carlos Antonio Vélez señaló que el entrenador se debió ir expulsado, pero ni amarilla le mostró al técnico.
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Esta situación hizo recordar el apretón de mano de Efraín Juárez a Pablo Peirano, técnico de Santa Fe, por el que tanto se le criticó al entrenador mexicano.
El apretón de mano desproporcionado de Gustavo Florentín al árbitro Carlos Ortega no pasó desapercibido y fue una de las pocas imágenes que dejó la final de la Superliga en donde primó el juego detenido.