Pep Guardiola pateó una hielera en un momento de alivio desenfrenado el miércoles, cuando el Manchester City evitó una sorprendente eliminación temprana de la Liga de Campeones.
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El técnico español del City no pudo contener sus emociones en una noche de alta tensión y drama en el Estadio Etihad — fue amonestado por su extroversión en la línea de banda, en la que alternó sus funciones con las de recogepelotas y animador mientras vivía con intensidad cada momento de una emocionante victoria de 3-1 sobre el Brujas.
En un partido que el campeón de 2023 estaba obligado a ganar, el City se fue abajo 1-0 justo antes del descanso, pero regresó después del intermedio para asegurar el salvavidas de un desempate.
El equipo de Guardiola aún no está en los octavos de final. Deberá disputar partidos de ida y vuelta contra el actual campeón Real Madrid o el Bayern Múnich.
Pero hubo una misión cumplida mientras la reformulada primera fase de la Liga de Campeones llegaba a su conclusión y el City ascendió al 22do puesto en la tabla de 36 equipos.
Los nervios de Guardiola eran evidentes mientras se movía inquieto y gesticulaba en la banda — llevándose las manos a la cabeza en ocasiones y en otras agitando los brazos en el aire en un intento de animar al público local. Y a los 62 minutos, cuando el ecuatoriano Joel Ordoñez de Brujas metió el balón en su propio arco, Guardiola lo soltó todo — lanzó una patada a la hielera en su celebración.
Todo esto contrastó con la desolación en su rostro mientras se hundía en su asiento cuando Raphael Onyedika había adelantado a Brujas.
Guardiola es conocido por mostrar sus emociones durante los partidos y eso ha sido aún más evidente en una temporada problemática para el tetracampeón vigente de la Liga Premier.
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En un empate 3-3 con Feyenoord en noviembre — cuando su equipo perdió una ventaja de 3-0 — terminó el partido con cortes en la cabeza y la nariz debido, tras rasguñarse a sí mismo.
En ese momento, bromeó diciendo que quería “hacerme daño”, y más tarde tuvo que aclarar sus comentarios, al decir que “de ninguna manera pretendía restar importancia al problema muy serio de la autolesión”.
City siempre fue el favorito para vencer a Brujas. Pero en una temporada en la que el equipo de Guardiola sólo logró una victoria en 13 partidos de octubre a diciembre, incluidas nueve derrotas, nada se podía dar por sentado.
