Eduardo Pimentel dijo que fue su hijo, Nicolás, quien presentó la queja de Boyacá Chicó ante Dimayor para pedir los puntos sobre Medellín porque se retrasó un día. El ente rector del fútbol colombiano aceptó la petición de la institución boyacense y Nicolás Pimentel rompió el silencio.
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Pimentel argumentó en Win Sports que Medellín no cumplió con las reglas por no haber llegado el domingo 20 de octubre a Tunja: “El artículo 54 obliga al club visitante a estar un día antes en la ciudad donde se va a jugar el partido. En caso de fuerza mayor, solamente se puede determinar en el momento en que el equipo visitante haya estado una noche antes en la ciudad donde se va a jugar el partido. Por reglamento, Medellín no cumplió por estar en una ciudad a más de 45 kilómetros de distancia”.
Posteriormente, Pimentel dijo que a él no le pidieron autorización para reprogramar el partido y simplemente les avisaron, hecho que no le gustó y lo llevó a presentar la petición a la Dimayor:
“Segundo error, a las 5:30 p.m. recibo la segunda llamada donde me informa el gerente deportivo de la Dimayor que el partido queda aplazado, en ningún momento me preguntaron si lo quería jugar o qué opinaba, entonces ahí es donde dicen que hubo un acuerdo, pero el mismo club que hoy se ve perjudicado, me da la razón en que a mí me informaron, pero no hubo un acuerdo, se saltaron los estatutos y no respetan los reglamentos. Si no respetamos los reglamentos, no vamos a saber para dónde ir y el malo terminó siendo Boyacá Chicó, pero nosotros presentamos una demanda a las 8:00 de la noche y no cuando perdimos.
Solicité a la comisión disciplinaria todas las pruebas, pero no las hay, La Dimayor hizo caer en un error muy grande al Medellín porque a nosotros nos han obligado a llegar de la manera que sea para cumplir, no lo hicieron esta vez, ¿por qué? No lo sé”.