El próximo 10 de octubre, la selección de Bolivia enfrentará a Colombia en un duelo crucial de las eliminatorias sudamericanas. El partido, que se disputará en el estadio Municipal de Villa Ingenio en El Alto, representa un reto monumental no solo por la altitud extrema, sino también por las condiciones del campo de juego. Con una altitud de 4.150 metros sobre el nivel del mar, este escenario se encuentra entre los más elevados del mundo para eventos futbolísticos internacionales.
Después de asegurar victorias decisivas ante Venezuela y Chile, la selección boliviana está entusiasmada con su próximo desafío. En su último encuentro, la selección boliviana logró una impresionante victoria de 4-0 sobre Venezuela, seguida de un triunfo histórico de 2-1 en Chile. Estos resultados han consolidado la posición de Bolivia en la tabla de posiciones y han incrementado su confianza para el encuentro contra Colombia.
La decisión de trasladar el partido desde el tradicional Estadio Hernando Siles de La Paz a El Alto no ha sido tomada a la ligera. Aunque el Hernando Siles, con capacidad para 40,000 espectadores, ha sido un bastión sólido para Bolivia, el nuevo estadio Municipal de Villa Ingenio ofrece una ventaja adicional: una altitud aún mayor, que podría complicar la vida a los jugadores rivales. Este estadio tiene una capacidad de 24,000 personas y está situado a 550 metros por encima del anterior recinto, lo que añade un desafío extra para las selecciones visitantes.
Fernando Costa, presidente de la Federación Boliviana de Fútbol (FBF), ha confirmado que el partido se llevará a cabo en El Alto y ha desestimado las preocupaciones sobre los posibles riesgos para la salud de los jugadores. En respuesta a las críticas que sugieren la intervención de la FIFA debido a las rigurosas condiciones de altitud, Costa ha afirmado que la decisión está respaldada por la Conmebol, y que el foco debe estar en la competencia justa y el espectáculo futbolístico.
El técnico Óscar Villegas ha subrayado que la elección del estadio en El Alto no solo se basa en su altitud, sino también en la calidad del terreno de juego. “Nosotros queríamos jugar en El Alto porque había un buen campo deportivo, porque queríamos hacer buen fútbol, primordialmente. Que esté metros más arriba y que eso no les caiga bien a los rivales, nos parece excelente, además. Pero, hay un buen campo para desarrollar buen fútbol y eso nos facilita cuando tengamos que salir a jugar con otras selecciones”, explicó Villegas en declaraciones para Unitel.
Mientras tanto, el entrenador colombiano Néstor Lorenzo aún no ha revelado su estrategia para enfrentar el desafío en El Alto, aunque ha manifestado su determinación de superar las dificultades que presenta la altitud. “Es muy difícil jugar a 4.100 metros de altitud, son sedes muy duras para lo que va desde lo físico hasta el comportamiento del balón, pero trataremos con el juego de neutralizar esa dificultad”, comentó Lorenzo tras el reciente enfrentamiento contra Argentina.
Por su parte, Richard Ríos, quien ya tiene experiencia jugando en El Alto con el Palmeiras, ha compartido su perspectiva sobre el desafío. “Ni siquiera estoy pensando en eso, será algo complicado porque ya pude jugar allá. Pero, todo es partido a partido, ya después tendremos el tiempo para prepararnos para Bolivia”, señaló.
