María Pajón estuvo muy cerca de conseguir la clasificación a la final del BMX Femenino por cuarta ocasión consecutiva, pero se quedó por fuera porque en la última prueba de la semifinal, una rival australiana le enredó su bicicleta y no pudo continuar.
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Tan pronto llegó la deportista más importante de nuestro país en la historia de los Juegos Olímpicos, rompió en llanto:
“Aguanté y mi cuerpo también porque mi corazón tenía fe, pero al final ya estaba gritando y di lo mejor que pude con lo que tenía y la responsabilidad de darle muchas alegrías al país como siempre, entonces lo dejé todo allá”.
“Yo pensé que ya tenía la final, pero este deporte es de agresividad, pero estoy muy orgullosa de mí y le agradezco a las personas que me empujaron a llegar hasta aquí, que eso es lo que más importa”.