La final de la Champions League entre Real Madrid y Borussia Dortmund tuvo como impensado protagonista al francés Zinedine Zidane, exjugador y extrenador del conjunto español, que pasó colores en los actos de protocolo.
El astro francés caminó junto con Karl-Heinz Riedle, leyenda del cuadro alemán, cargando la copa, la famosa Orejona, pero un detalle de Zizou lo dejó mal parado.
Zidane salió mal vestido en la final de la Champions
La curiosa imagen dejó ver a un Zinedine Zidane que se había abotonado el sacó de manera incorrecta, con un botón en el lugar equivocado, lo que ocasionó que hasta él mismo se sintiera incómodo.
Vea también: “Idiotas útiles”, Carlos Antonio contra un grupo puntual de periodistas
Mientras caminaba, el bueno de Zizou cargaba con su mano derecha la copa, mientras con la izquierda trataba de desabotonar su traje que colgaba más de un lado que del otro. Al no poder, trató de disimular estirando con su mano la parte más corta.
Sin embargo, al alzar el trofeo quedó bastante evidenciado lo disparejo de su saco.
Obviamente la situación no pasó inadvertida y las burlas abundaron para el francés por la manera en la que trató de disimular su error que muchos tomaron de manera jocosa.
Intrusos en la final de la Champions League
No se había generado ni el primer ataque de alguno de los equipos cuando la misma debió ser detenida por el juez del partido en el estadio de Wembley, en Londres, Inglaterra por invasión de campo.
Primero fue un hombre el que corrió a pedirle una foto a Jude Bellingham y luego corrió rumbo a Vinicius Júnior para lo propio.
Vea acá el video: Intrusos obligaron a parar la final de la Champions antes del primer minuto de juego
Sin embargo, la situación no paró allí porque de inmediato otras personas invadieron el terreno de juego con la misma intención de pedir fotos a los jugadores.
El encuentro estuvo detenido algunos instantes mientras la logística logró evacuar el terreno de juego y se pudo reactivar la gran final de la Liga de Campeones entre Real Madrid y Borussia Dortmund.
