Vangelis Marinakis, presidente del Olympiacos de Grecia, donde juega James Rodríguez, protagonizó un momento de calentura en el que bajó a increpar al árbitro del partido, Joao Piñeiro.
Todo se dio luego del empate sin goles entre su equipo y el Panathinaikos, líder del campeonato.
Un gol anulado en el minuto 90, por el VAR desató la furia del enojado dirigente.
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Presidente del Olympiacos se salió de la ropa
Vangelis Marinakis, el dueño del Olympiakos, se bajó del palco junto a uno de los vicepresidentes, Costas Karapapa, para meterse al terreno de juego e increpar al árbitro que le terminó mostrando una simple tarjeta amarilla.
Igualdad en el clásico griego
El derbi entre los eternos enemigos de la Liga de Grecia, el Olympiacos y el Panathinaikos, disputado en el estadio Georgios Karaiskakis de el Pireo terminó sin goles y deja en el aire el liderato de la competición que puede caer a manos del AEK Atenas.
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El dominio por la liga helena es cosa del Panathinaikos, líder, del AEK, segundo, y también del Olympiacos de Michel González, tercero, que pudo dar un golpe de mano y alimentar sus posibilidades tras un encuentro cargado de ambiente, colorido y calor en las gradas como es habitual cada vez que ambos equipos se enfrentan.
El conjunto local marcó en el minuto 90 por medio de Marious Vrousai pero el VAR, en su revisión, determinó que había fuera de juego y el tanto fue invalidado.
El empate, después de catorce minutos de añadido y con el local Sokratis Papastathopoulos expulsado en el 99, acaba con la racha victoriosa de ambos, ahora en manos del AEK. El Panathinaikos desperdició una buena ocasión de dar un golpe de autoridad a la competición y ampliar su ventaja. Y el Olympiacos para acercarse al liderato.
Ahora, tras la vigésima cuarta jornada, el Panathinaikos es líder con 55 puntos y el AEK, segundo con un partido menos, tiene 53. El Olympiacos es tercero con 50.
