Cinco años después de su retiro como futbolista profesional, se reveló que Aquivaldo Mosquera estuvo involucrado en una pelea en su paso por el fútbol mexicano. Su excompañero en América, Ángel Reyna, dio detalles del cruce que tuvo con el colombiano, que deparó en los golpes.
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Uno de los referentes en zona defensiva de la selección Colombia, al lado de Mario Alberto Yepes, fue Aquivaldo, quien hizo parte de las eliminatorias mundialistas para Sudáfrica 2010 y Brasil 2014. Para la segunda en mención, el oriundo de Apartadó, Antioquia, participó en 4 partidos, pero fue descartado por José Néstor Pékerman para conformar el grupo en la cita orbital.
De igual manera, destacó en clubes como Atlético Nacional, en el que llegó su debut como profesional, o América de México, donde estuvo por cinco años desde el 2009 y se convirtió en referente y capitán, con más de 200 partidos disputados.
Aun así, el colombiano no estuvo exento de verse involucrado en problemas:
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¿Qué pasó?
Según contó Reyna en el diario ‘Récord’, el conflicto se generó en un entrenamiento, porque Aquivaldo ‘le entró’ con demasiada fuerza al entonces canterano ‘Shaggy Martínez’, hecho que le molestó al mexicano, que encaró y le gritó al capitán.
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Aquivaldo le pone un patadón al Shaggy.
Él era un chavito y no podía decir nada.
A mí me pasó siendo novato que en un entrenamiento Lipatín me rompió la nariz y Chepo de la Torre me dijo: ‘Tú no puedes decir nada’.
Me acordé cuando a mí me lo hicieron y le grité en la cancha a Aquivaldo.
— Ángel Reyna
Mosquera reaccionó y tampoco le gustó que le gritara, así que fue a buscar a Reyna y tan pronto llegó hasta el mexicano, este le propinó un golpe en la quijada, seguido de patadas, hasta que los compañeros de su equipo los separaron.
El mexicano retó a Aquivaldo a continuar la pelea en los vestuarios, pero el zaguero lo ignoró y allí rompieron su relación.
Se puso a gritarme y le dije que le bajara.
Total que se deja venir desde el otro lado encarrerado, yo creo que como me vio chaparrito pensó que me iba a abrir. Cuando va llegando a donde estoy se va quitando la playera y que le doy un madrazo en la quijada.
Me le fui encima a patadas hasta que nos separaron, incluso le gritaba: Vamos al vestidor, allá le seguimos.
Te puedo prometer que me metí al vestidor a esperarlo, pero él ya se había ido.
— Ángel Reyna