El Ceará, inquilino de la Liga Brasileña y donde milita Stiven Mendoza, no pasó del empate a un gol frente al Cuiabá en un duelo importantísimo para no descender. Por ahora, el equipo se está salvando de descender (posición 16 con 34 puntos), debido a que está a tres unidades de la zona roja.
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En medio de un partido complejísimo, que derivó en la igualdad a un gol, los aficionados se descontrolaron de una manera insólita. Una angustia total vivieron los jugadores del Ceará, quienes tuvieron que huir de la escena antes de que culminara el partido.
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La invasión de cancha
Sobre los 82 minutos, el ‘Alvinegro’ perdía el partido por obra y gracia de Deyverson; sin embargo, ya en tiempo de reposición, Jô la mandó a guardar y salvó el punto importantísimo para su equipo; a pesar de todo, un sector importante de hinchas enloqueció mucho más de la cuenta.
En las tribunas, varios hinchas protagonizaron fuertes riñas y alteraron el orden en el escenario futbolero. De un momento para otro, una multitud se aproximó a las canchas para huir de los suceso violentos.
Los uniformados de la Policía habían perdido el control de la situación, mientras que los jugadores buscaban un refugio en los camerinos. Una situación muy lamentable se había vivido en el balompié brasileño.
Cabe anotar que Stiven Mendoza había sido titular en el cuadro local para dicho partido, que no tuvo las garantías suficientes para que se disputara hasta el cierre del mismo.
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“Debido a una confusión en uno de los sectores de Arena Castelão, fue necesario evacuar parte de la multitud por razones de seguridad y una decisión técnica de la Policía Militar”, fue el comunicado que emitió el club.
Al equipo le restan dos encuentros como local. Probablemente se disputarían a puerta cerrada, aunque se está a la espera de que se confirme la sanción.
