El australiano Jai Hindley (Bora Hansgrohe) entró en el anfiteatro romano de Verona como vencedor de la 105 edición del Giro de Italia tras la disputa de la vigésima primera y última etapa, una contrarreloj individual de 17,4 km, en la que se impuso el campeón de Italia, Matteo Sobrero (BikeExchange).
Triunfo absoluto para Hindley (Perth, 26 años), quien pasó a la historia por ser el primer ciclista “aussie” ganador de la ‘maglia rosa’, tan solo dos años después de perder esa prenda el último día y en el mismo escenario, cuando en la crono final lo desbancó el británico Tao Geoghegan Hart. “Muchas emociones juntas. Tenía presente lo que pasó en 2020. Ganar el Giro es increíble.
Me sentí muy bien, como si volara”, dijo Hindley en meta, un corredor a tener en cuenta a partir de ahora para las grandes pruebas. A la fiesta se unió el italiano Matteo Sobrero (Alba, 25 años), campeón de Italia contrarreloj, ganador de la etapa con un tiempo de 22.54 minutos, a una media de 46,5 km/hora. El ciclista transalpino marcó el primer registro con marchamo de victoria, que no pudieron superar ni Van der Poel, 40 segundos peor que el campeón tricolor, ni su compatriota Thymen Arensman (Jumbo Visma), aunque éste se coló en la segunda plaza provisional a 23 segundos de Sobrero.
La general estaba decidida, pero había interés en conocer la reacción de Carapaz después del mazazo del sábado en la Marmolada, incluso de saber si Landa podía rebasar al campeón olímpico en la segunda plaza. Hindley y Carapaz llegaron en un puñado de segundos, cada uno mantuvo su sitio, lo mismo que Landa, “contento con volver al podio siete años después”, y ahora dispuesto a pensar si regresa a competir en el Tour ó en la Vuelta.