Volvió el Giro de Italia, en su segunda semana de competencia. La etapa de este martes, con salida en Pescara y arribo a Jesi, a priori era apta para clasicómanos. Sin embargo, si lograban pasar los tres puertos de montaña de cuarta categoría sin ningún problema, los embaladores iban a tener su oportunidad.
Allí estaba Fernando Gaviria presto para dar la batalla. El hombre de La Ceja, Antioquia, quería redimirse tras la sanción del último sprint. Para ello tenía que ganarle a los favoritos como Arnaud Demare, aunque fibra por fibra es mejor el colombiano.
Si hay alguien capaz de escaparse, ese es Mathieu van der Poel. El neerlandés buscó fugarse a cuatro kilómetros del final, pero el tanque no le dio. Aún así, se las arregló para protagonizar el sprint, aunque ahí calculó mal y el eritreo Biniam Girmay le ganó la etapa, adjudicándose puntos para la clasificación de la Maglia Ciclamino.
La actuación de los colombianos fue opaca, con Gaviria llegando a un minuto de los líderes. Mientras tanto, Richard Carapaz sufrió una caída, pero se pudo recuperar y entrar con el pelotón principal.