Se repetía el duelo de la semana. Nacional había goleado 3-0 al Once Caldas en Copa el pasado miércoles, pero todo iba a ser diferente ahora. La cancha no estaba mojada, mientras que el ‘Albo’ estaba más consciente de lo que debía jugarse en el segundo cotejo, ahora por Liga.
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A propósito, Atlético Nacional cumplía 75 años. El pasado viernes se había hecho un sentido homenaje a las leyendas del club, así como a los jugadores del actual plantel. La hinchada se iba a hacer sentir con este recibimiento:
El duelo fue cerradísimo para los dos equipos. El ‘Verdolaga’, lógicamente, iba a intentar un juego más elaborado a través de la posesión de pelota, dado que Diego Corredor iba a cerrar todos los espacios desde el bloque defensivo.
Solamente dos remates a puerta tuvo el primer tiempo: un remate de Dorlan Pabón en el inicio, que atajó muy bien el paraguayo Gerardo Ortiz; para los visitantes, Marlon Piedrahita cobraba un tiro libre que atajó sin problemas Kevin Mier.
No había ningún espacio. Jefferson Duque también tuvo un intento de chilena al cierre de la etapa inicial, pero el balón se fue desviado a un metro del arco.
Se esperó un duelo más abierto para el segundo tiempo, pero la densidad en el mediocampo se hizo más notoria. El equipo de Manizales priorizó su fortaleza defensiva, y esperaba aprovechar algún contragolpe. Ménder García tuvo una llegada a los 57 minutos, pero no tuvo mayor peligro.
En el desarrollo de la parte complementaria, Nacional no tuvo ni una clara. El cuadro ‘Albo’ lo hizo ver muy mal, sin ideas y sin creatividad para penetrar el área, mientras que la réplica iba a ser el plato fuerte.
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A los 78 minutos, Ménder tuvo la más clara del partido. Aprovechó el espacio de cara al arco y tiró un disparo con gran potencia al palo izquierdo, pero Kevin Mier fue clave al impedir el tanto. La promesa en el arco ‘Verdolaga’ ha madurado, y ya se le ve mejor en algunas jugadas.
Ya al final del partido, se armó el aguacero y la cancha empezó a padecerlo. Los calambres en el conjunto visitante aparecieron, dado el notable esfuerzo y el desgaste del Once, que levantaba el empate y buscaba ganarlo de todos modos.
Los minutos transcurrieron y no había por dónde llegar; el 0-0 estaba cantado. El árbitro, Bismark Santiago, decretó el final del cotejo. El punto es vital para las aspiraciones de Once Caldas, en aras de adueñarse con su boleto para cuadrangulares.
