El sábado se dio la cierre de la Vuelta al País Vasco, en un recorrido de corta distancia y de mucho desgaste por los tramos de montaña. Entre Eibar y Arrate, se iba a definir que Daniel Felipe Martínez iba a ser el gran rey del certamen.
Daniel Felipe Martínez se posicionaba como uno de sus favoritos. Su victoria en la cuarta etapa y el segundo lugar en la quinta, así como su persistencia y concentración en las jornadas, daban crédito de lo que podría ser un merecido campeonato para él.
Las condiciones climáticas fueron difíciles para Daniel y compañía; sin embargo, en el inicio de la etapa se evidenció una tensa calma. Todos iban a guardar energías para el final del certamen, mientras que Omar Fraile, ciclista del INEOS, le dejaba todo servido a Dani Martínez de cara a su ataque final.
Faltando solo 26 kilómetros para el final, el colombiano se ubicó detrás del directo líder de la carrera en ese momento. Unos instantes atrás se había presentado la dura caída de Enric Mas, dado que el clima no le dio tregua y se chocó con una valla de protección vial.
Ya sobre la subida final hacia Arrate, creció el nerviosismo entre Remco Evenepoel y el mismo Daniel Martínez, quienes luchaban por ser campeones. Hacia los 5 kilómetros previos a la meta, el belga había vencido el esprint intermedio, pero se le empezaba a notar la fatiga.
Daniel Felipe Martínez debía hacerse cargo de la situación, mientras que David Formolo daba todo de sí para llevarse al menos la victoria de etapa. A pocos segundos, escalaban los pserseguidores; uno de ellos era Ion Izaguirre, quien se resbaló increíblemente.
Ya sobre la línea de meta, el ganador de la etapa fue el mismo Izaguirre, quien se había caído previamente pero se pudo levantar. Su tiempo fue de 3 horas, 47 minutos y 7 segundos; Daniel Felipe solo debía cruzar la meta para consagrarse campeón.
Es el quinto título para el nacido en Soacha, quien había ganado un Critérium de Dauphiné, así como tres campeonatos nacionales de contrarreloj (2019, 2020 y 2022)