La gran ganadora de la edición número X del Premio Nacional del Cuento La Cueva fue la escritora Yulieth Mora Garzón, quien con el cuento ‘Qué te hizo apagar la luz y quedarte adentro’ obtuvo el primer lugar y los 20 millones de pesos del premio.
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Con el cuento ‘El contacto’, de Laura Victoria Bolaño Pérez, se ganó el segundo lugar y tres millones de pesos y el cuento ‘Lo único que hay es este fuego’, de Lucía Vargas Caparrós, obtuvo tercer lugar y dos millones de pesos.
La directora de la Fundación La Cueva, Carolina Ethel dijo: “Por primera tres escritoras obtuvieron los tres primeros puestos: “El fallo imparcial del jurado del Premio Nacional de Cuento La Cueva es, sin proponérselo, un arranque poético de este año de actividades de La Cueva en el que dedicaremos mucho espacio a conocer y disfrutar el proceso y la obra de las mujeres creadoras. Felicitaciones a las ganadoras que ahora son inspiración para las escritoras que están preparando borradores para la nueva convocatoria del premio”.
El premio ha posibilitado la expresión artística de miles de voces, de miles de creadoras y creadores de distintos territorios del país, de extranjeros radicados en Colombia y de connacionales radicados en el exterior.
Durante los últimos diez años, la Fundación La Cueva ha recibido 12.284 historias que retratan al país desde su rica diversidad cultural, territorial, cosmogónica, filosófica y religiosa, historias que retratan una realidad a veces dulce, onírica, violenta, brutal, feliz, melancólica, dura y otras veces mágica.
Además el jurado determinó que, se entrega mención de honor al cuarto y quinto lugar, ocupados por los cuentos ‘Las uvas crecen al mirarse entre sí’, de Andrés Felipe Correa Castaño y ‘Los últimos días del Gringo Viejo’, de Joaquín Robles Zabala, respectivamente. Estos cuentos, junto a los 20 finalistas integrarán la antología del X Premio Nacional de Cuento La Cueva, que será publicada en el año en curso.
Yulieth Mora afirma que es un honor recibir un premio tan prestigioso, no obstante asegura que le llama mucho la atención ser la primera mujer en ganarlo, “creo que la recepción de lo que hacemos ha cambiado y es bello, pero es una pena que hasta ahora esté sucediendo”. La autora bogotana piensa y siente que en Colombia no hay muchos premios de cuento, “así que este premio ha sido fundamental para los cuentistas los últimos diez años”.
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De acuerdo con Beatriz Vanegas Athías, esta convocatoria dejó gratas certezas sobre la calidad de las creaciones literarias de las autoras colombianas, ya que por primera vez en diez años una mujer se lleva el premio. Beatriz encontró en sus lecturas que, en general, los temas abordados, “dan cuenta de la exploración de las relaciones familiares, de los conflictos de género, de la más reciente versión de la violencia y de temas fantásticos. Todos presentados con mucha sutileza y cuidado en la construcción estética”.
Cabe destacar que Sura, Fundación Sura, Promigas, Tebsa y Bancolombia, hacen posible el X Premio Nacional de Cuento La Cueva.
John Jairo Junieles, asegura que en el planeta entero se viven tiempos de incertidumbre, miedo y agonía, y es por esto que le produce tanta alegría confirmar que, en medio de todo, todavía hay gente maravillosa, dejando la piel, los huesos, la memoria de su alma en ese centenar de cuentos que acaba de leer; en donde “está representada -con gritos, murmullos y silencios- toda esa naturaleza humana, hermosa y terrible, de la que hacemos parte. En un país tan convulso como Colombia, en el que siempre nos sentimos al filo del acantilado, mientras bailamos con los ojos cerrados, me da mucha esperanza comprobar que sigue tan viva la pasión por la literatura”.
Santiago Gamboa, presidente del jurado, asegura que, el número de cuentos de buen nivel que encontró, lo dejó bastante optimista. De acuerdo con el escritor, al menos cinco de los cuentos habrían podido obtener el primer lugar. Gamboa se topó con una buena variedad de temas y formas expresivas en los textos. “De un lado los problemas del país, en el caso de los autores colombianos: masacres, asesinatos, crueldad, injusticia. Otro buen porcentaje, yo diría mayoritario, se refirió a temas familiares. Es común que los autores con menos experiencia incurran en historias de familia, y en este caso hubo multitud de narraciones sobre madres, padres o abuelos, entrelazadas con temas regionales (sobre todo rurales). El amor y el erotismo también estuvieron presentes, e incluso la ciencia ficción”.