Barack Obama quizá nunca pensó que Donald Trump llegaría a convertirse en presidente de Estados Unidos y no desaprovechó la oportunidad para burlarse sin piedad del magnate durante la cena de corresponsales de 2011. Ahora, en 2016, el todavía presidente de la mayor potencia mundial, tendrá que reunirse con el republicano para dejarle su lugar en la Casa Blanca.