Columnas

Ejercicio y tapabocas

Uno de los temas que ha generado controversia en los últimos dos meses es el referente a la realización de ejercicio con tapabocas, cabe aclarar que existen otros respiradores para partículas como lo son el N95 y P100 entre muchos. El N95 es el más común hoy en día, y entre todos estos hay variantes, algunos con válvulas bidireccionales o uní direccionales exhalatorias, las cuales permiten con mayor facilidad el flujo del aire.

Todas las mascarillas permiten la entrada de oxígeno y la salida de dióxido de carbono, sin poner en riesgo la salud de las personas. Hasta la fecha no hay estudios concluyentes que demuestren que realizar ejercicio con tapabocas pone en riesgo la vida de las personas; sobre lo que si hay suficiente evidencia científica es en cuanto a variación en comodidad, sensación térmica, humidificación de la mascarilla, picazón, acumulación de sudor y cambios en la piel con los diferentes tipos de mascarilla, siendo más cómoda para la realización de ejercicio la mascarilla convencional.

La seguridad de realizar ejercicio utilizando las mascarillas se vio comprometida en el pasado mes de mayo por el caso de un joven que tras trotar 6 km presentó un neumotórax espontáneo, donde no se puede asegurar que esa situación fue desencadenada por el uso del tapabocas, como lo mencioné previamente no hay evidencia que respalde el riesgo que genera el uso de los tapabocas durante la realización de ejercicio. Se señalaron otras variables como desencadenantes de ese evento desafortunado que fueron: la limitación del flujo de oxígeno y el aumento del esfuerzo respiratorio que genera el uso del tapabocas. Hay que tener en cuenta que se desconoce el estado de salud previo de ese joven, hay condiciones médicas que podrían explicar lo sucedido.

El uso del tapabocas puede presentar variaciones en algunos parámetros fisiológicos como por ejemplo en la SatO2 (saturación de oxigeno), la cual no disminuye más del 1%, y la FiO2 (fracción inspirada de oxigeno) que puede bajar de 21% a 17%. Ninguno de estos dos cambios genera un riesgo para la salud de las personas.

Hace aproximadamente una década en el ámbito deportivo se empezaron a utilizar las máscaras de entrenamiento en altitud, máscaras de hipoxia o también conocidas como máscaras de entrenamiento. Estos dispositivos si aumentan la resistencia al flujo de aire, obligando a realizar más esfuerzo con los músculos que participan en el proceso de la respiración, específicamente en la inspiración. Con el uso de estos dispositivos tampoco se han descrito reporte de casos en la literatura científica.

De igual manera quiero resaltar la diferencia entre actividad física y ejercicio. La primera hace referencia a cualquier tipo de movimiento sin ningún fin u objetivo. La segunda tiene un objetivo, mejorar nuestra condición física. En esta época es importante evitar los hábitos adversos para su salud, los cuales pueden llevar a una persona a tener hipertensión arterial, diabetes mellitus, obesidad entre otras enfermedades crónicas no transmisibles pero sí prevenibles.

En la medida de lo posible procure mantenerse físicamente activo, o volverse físicamente activo si es su caso, pero siempre bajo el lente de la responsabilidad de su autocuidado y el respeto por la vida de los demás.

Se cuenta con evidencia para afirmar que las máscaras faciales durante el ejercicio ofrecen protección adicional contra la transferencia del virus. Por lo tanto, recomiendo el distanciamiento social sumado al uso correcto de las máscaras faciales durante el ejercicio. De esta manera se cuida usted y cuida a los demás.

José Gabriel León

Médico Deportólogo, Especialista en Gerencia de la Salud

josegabriel.deportologo 

Página Web:  https://dr.josegabrielleon.com/

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