Columnas

Canas, ganas y responsabilidad

Me cuenta un amigo casi cuarentón que apoyó la llamada Rebelión de las Canas que su mamá se “desjuició” con la Cuarentena luego de que las Cortes fallaran en contra de la restricción que había impuesto el gobierno a la personas adultas mayores y me explica que esto le ha generado hondos cuestionamientos.

No me sorprende, lo veía venir. Yo he sido una defensora de los derechos y de las libertades, así tiene que ser. Y sin embargo este episodio de nuestra vida nacional me deja varias preguntas.

¿Cómo proteger a las personas adultas mayores en esta pandemia? ¿Cómo cuando algunas personas, fruto de la edad, del desgaste natural y de la terquedad que a veces va ganando terreno con los años toman conductas peligrosas?

Muchas personas, como mi amigo, están lejos de sus padres, así que estas personas de avanzada edad, incluyendo a algunas que están por encima de los 80, están solas o viven con más personas de su edad , también están quienes viven con cuidadores que difícilmente les pueden aconsejar y mucho menos prohibir cosas. En la distancia es muy difícil operar efectivamente como familia para disuadir ciertas conductas.

Sin duda esto es algo preocupante. Si las personas de la llamada tercera edad no se apersonan responsablemente de su cuidado pueden atentar contra ellas y contra otras personas dado aquí como sabemos el virus no solamente es altamente letal es altamente contagioso. Guardadas las proporciones, esto se convierte en una situación como controlar a niños, niñas y adolescentes pero sin muchas herramientas legales o prácticas para hacerlo. Esto se torna más delicado cuando se consideran deterioros cognitivos que no están demasiado avanzados, pero que pueden ser lo bastante delicados como para que la persona no mida la noción del peligro o se deje llevar por la influencia de sus grupos sociales sin tener los frenos que la responsabilidad adulta exige.

Entiendo la Rebelión de las Canas, admiro a varias de las personas que lideran esa causa. Sin embargo, siendo yo una libertaria e incluso una anarquista, me pregunto: ¿cómo protegemos a nuestros ancianos y ancianas de sus propios impulsos o, en algunos casos, de su pérdida progresiva de capacidad para tomar decisiones, en el contexto de un virus que les puede quitar la vida en cuestión de semanas? Pienso en una UCI colapsada que tenga que decidir quién vive y quién muere en las personas adultas mayores que no van a ser prioridad en esa decisión, en la tortura que es morir de ese virus lentamente aún cuando se tenga algún tipo de atención, y también pienso en todas las personas que se pueden contagiar a razón de personas adultas mayores que no son responsables de su autocuidado o porque no entienden lo que sucede o porque simplemente no quieren, recuerdo escuchar a una mujer mayor decir: tengo derecho a decidir si me quiero morir del virus mi pregunta es: ¿También tiene derecho a decidir relacionarse con otras personas a las que puede contagiar?

Florence y Rudolph deben ser conscientes que para su fortuna son personas privilegiadas: con atención en salud de primer nivel, familias con medios para cuidarles y una salud mental que aún está intacta. ¿Qué hacer en los otros casos? Mi abuela Inés de 84 años es una mujer con primaria que toda la vida fue trabajadora común me dijo esto por teléfono: «mija yo me tengo que morir de cualquier cosa pero de eso y de esa forma si puedo evitarlo lo voy a evitar . Yo no necesito ser estudiada pa’ saber lo que está sucediendo yo veo las noticias y yo veo a todas las personas que están sufriendo con eso, y a mí sí me da mucho miedo morirme sufriendo así o peor contagiar a alguien acá en la familia.¿ Es que acaso el presidente fue el que puso el virus?

Es que uno tiene que ser muy necio pa no entender que hay que quedarse en la casa.»

Como en toda revolución, en la de las Canas sus líderes deben asumir el fruto de su activismo: ya les dieron la razón ¿y ahora? Se necesitan propuestas para salvar las vidas se sus lideradas y liderados. No pueden dejar la causa en este momento. ¡Entre más canas más ganas, suelen decir entre “chiste y cuento”! Pues bien, por favor ayúdennos con esas ganas a cuidar a esta generación de personas adultas mayores que va ganando una contienda legal pero que podría perder, de forma letal, la contienda por sus vidas frente a la Covid 19 ¿Qué hacemos? ¿Cómo frenamos conductas irresponsables de la tercera edad? ¡Se reciben propuestas!

Margarita Rosa de Francisco en Mujer y Sociedad, con Mar Candela Margarita Rosa de Francisco habló con Mar Candela Castilla de su papel como mujer y líder de opinión en la sociedad colombiana Publicado por Publimetro Colombia en Martes, 28 de julio de 2020

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