Columnas

¡Purga urgente!

La más reciente baja al interior y lo más alto del gobierno del presidente de Iván Duque, por el silencio “cómplice” por parte del Ministro de Defensa con las bajas de menores combatientes en el marco de operativos de la fuerza publica en contra de grupos armados y las disidencias de las Farc, fenómeno que mas que disidencia es una coincidencia con lo que esa organización narcoterrorista y traficante de drogas y mentiras trató con el gobierno de Juan Manuel Santos en busca de impunidad: lograr purificar su fortuna ilegal y seguir mandando coca a los EEUU, todo bajo el manto de legalidad en el contexto de un acuerdo de paz que sólo fue una burla al país entero, al Estado de Derecho y, en sí, a toda la comunidad internacional que apoyo ello.

Las consecuencias obviamente no se harían esperar, y uno de los ejes temáticos mas álgidos, ya que nunca se lograron concretar y registrar pruebas de cualquier tipo, fue precisamente el del reclutamiento de menores, asunto que de entrada en las negociaciones de La Habana generó bastante urticaria y llamados urgentes de la opinión publica para que la Farc entregara a todos y cada uno de los menores reclutados. Pensaríamos de entrada que en el hipotético caso de que el acuerdo hubiese sido un éxito del todo, y tuviera vocación imaginaria siquiera para ello, no estaríamos viendo este horrendo hecho de violencia en el cual mueren ocho compatriotas menores todos de edad, hecho del que de entrada solo podríamos responsabilizar a la Farc y desde luego a sus “coindiscidencias”.

La renuncia del ministro Botero, persona que merece mi admiración y respeto, es un hecho insólito y demasiado grave, más que en el hecho de que hubiera prosperado por sí misma la llamada moción de censura, sencillamente porque de alguna manera es como si se aceptara de manera tácita cualquier responsabilidad, asunto que no ha de verse de esa manera, porque quienes generaron ese riesgo y situación de indefensión para los menores en primer orden eran sus progenitores, que nunca denunciaron el reclutamiento, junto con el narcoterrorismo, llámese Farc o sus diferentes expresiones. Es un hecho grave para el gobierno, sin precedente alguno y demasiado lamentable.

Al encontrarse fotos y videos de los menores reclutados y colocados frente al derecho internacional humanitario como menores combatientes, se pierden las prerrogativas jurídicas que los tratados internacionales les dan de manera especial a los menores, precisamente por tener la calidad de combatientes no civiles protegidos; solo por ello toda responsabilidad debe endilgársele desde luego a las Farc y sus disidencias, al gobierno Santos, a los funcionarios encargados del actual gobierno de hacer la implementación de los acuerdos y, desde luego, al seguimiento y control al reclutamiento de menores, asunto que se probó es totalmente inexistente.

Todo este grave berenjenal, como es la pérdida de las elecciones por parte de los candidatos en las regiones “amigas” del gobierno y del supuesto partido de gobierno, se debe a una sola situación, y es la falta de identidad y gobernabilidad por parte del partido que ganó las elecciones. Se sigue gobernando con Santos y su equipo, por eso ningún amigo de él que aspiró a ser elegido perdió, ¿cuál es la dicotomía entonces?

Presidente Duque, respetuosamente haga una purga y revise al por menor todos los equipos de trabajo en el gobierno, inclusive aquellos que tocan las aeronaves que usted utiliza, ¿aun cree que el “accidente” del helicóptero que usaba usted en Bogotá fue un simple accidente?

Por: Guillermo Rodríguez / @guillorodrig

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