Yo no sé qué sintieron ustedes al ver el trailer de The Mandalorian, la primera serie de acción real del universo de Star Wars con la que Disney piensa lanzar con fuerza su plataforma de streaming y entrar a competir directamente con las otras empresas de distribución de contenidos similares: Netflix, Amazon, HBO y Apple Tv Plus. De mi parte, solo espero con ansiedad que esta plataforma llegue a Latinoamérica (estaría en 2020) e ir satisfaciendo mi fe al Jediismo con los detalles que se conocen de Star Wars: The Rise of Skywalker. Con el último avance de la película, que llegará en diciembre, quedé con taquicardia, aunque de vez en cuando me pregunto si soy solo yo que tiene una malsana obsesión con la familia Skywalker o hay otros con los mismos síntomas.
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Dejando a un lado cualquier formalismo del lenguaje, Disney la está sacando del estadio con la manera en que plantea la expansión del universo narrativo de Star Wars. La supieron hacer con el empoderamiento que le están dando a los fans, el entender los nuevos tipos de consumo y el aprovechar al máximo cada personaje de la saga original. Si hay un ejemplo claro de lo que es la narrativa transmedia (el término que acuñó Henry Jenkins) es lo que se ha hecho con Star Wars, al lograr contar historias en múltiples formatos y múltiples plataformas, entendiendo la potencialidad expansiva de cada relato y la importancia de la participación de la audiencia.
Es que hasta un hotel están a punto de inaugurar con el llamado Star Wars Galactic Cruiser, que ofrecerá una experiencia única de inmersión por dos días. La apuesta es clara, que la audiencia logre entretenerse en las pantallas de sus celulares, en los televisores inteligentes, en los computadores, en los teatros de cine, y también con experiencias fuera de pantalla. A propósito, espero estar vivo para poder embarcarme en una experiencia como esa, que hace vibrar mi corazón de fan con la misma intensidad que cuando de niño conocí a C3PO y a Yoda. Sé que estoy, en este caso, súper entregado al consumismo en todas sus expresiones. Discúlpame Budha (Yoda), aún no puedo liberarme del apego a este universo de ficción.
Dejando a un lado lo que me despierta La guerra de las galaxias, la guerra por controlar el consumo en streaming la librarán de manera intensa los gigantes del entretenimiento: Disney, Apple, HBO y Netflix. Cada uno está mostrando sus cartas, con contenidos de altísima calidad y para todos los gustos. ¿Qué tan difícil será destronar a Netflix? ¿Netflix logrará reinventarse y resistir ante los anunciados golpes de sus principales competidores? La resolución de esta guerra y la respuesta a estas preguntas da para crear una serie, pero seguramente quien sea el encargado de contarla sea el que salga victorioso de estos cambios en la oferta y en el acceso a los contenidos.
Los fans ganamos porque la oferta está para no despegarse de la pantalla (de la que elijamos). Los creadores de contenidos ganan porque cada vez tienen más plataformas para mostrar su talento. Las empresas ganan porque se estimula un negocio que cruza diferentes industrias y que todavía permite un crecimiento mayor.