1.652.722 espectadores. ¿1.652.722 “burros”? Es un juicio demasiado obvio. ¿Por qué si para muchos el humor de Dago García es ramplón, cansino e incluso vulgar, su fórmula es tan exitosa? ¿Por qué a pesar de que “El paseo 4” repite la fórmula de sus antecesoras (familia disfuncional/pintoresca de clase media baja metiéndose en problemas en un destino paradisíaco), sigue vendiendo?
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Quizás porque es lo que somos. Y acá hay algunas razones para analizar el por qué la película es tan exitosa.
1. Esa fórmula funciona: porque ni siquiera es original. Chevy Chase la hizo suya con los Griswold en todas sus películas de vacaciones, por allá en los años 80. Los mexicanos tienen como diez partes de “La Risa en Vacaciones”, de puros tontos en Acapulco haciendo locuras. Y a excepción de dos películas de Chase, todas esas películas son tan malas… que son buenas para mucha gente. Uno sabe que verá humor físico, gags que eran la onda en tiempos de Charles Chaplin y personajes estereotipados. Pero no se espera más, sino relajarse y pasar un buen rato. Y eso también espera la gente.
2. Uno no cree que nadie haga eso, pero sí: ¿Sancocho en la playa? Por-favor. ¿Cepillarse los dientes en el mar? Ew. Quizás la fórmula sea exagerada en este caso, pero la exageración le ha funcionado muy bien a Dago García. Todas las situaciones que alguna vez ha vivido alguien en vacaciones las lleva a la hipérbole, haciendo que la historia pueda volver a contarse con otros personajes y así emocionar a sus espectadores. Ponerle imaginación a algo que uno consideraría “normal”, le ha funcionado en cuatro películas.
3. Sí, tenemos “mal gusto”: Quizás “El Paseo” no los represente a ustedes, pero sí en algunas cosas a muchos de los que la vieron. Qué hacer. La “colombianada” en formato clásico sigue vendiendo. Por eso “Sábados Felices” no ha muerto. Porque el chiste del pastuso, de la suegra y Pepito siguen causando carcajadas. Pueden hacer el experimento con sus padres o tíos mayores: muéstrenles “Friends” y dirán que eso es tonto. Pónganles a “Piroberta” o a “Don Jediondo” y reirán a carcajadas. No podemos pedir Monthy Phyton cuando la mayoría del país es aún “Ordóñese de la Risa”. Y hay que reconocer nuestra ramplonería, nos guste o no.
4. Las películas se han sabido mercadear muy bien: El Canal Caracol les ha hecho muy buena publicidad. Y en el país de la televisión, alejado del de Internet, esas cosas cuentan mucho. Además, la fecha de estreno es precisa y ya es una tradición creada.
5. ¿El Paseo 10?: Quizás y prepárense. Mientras la fórmula funcione, un “Abrazo de la Serpiente” o cualquier otra gran película será incomprendida por la mayoría de los espectadores, que solo buscan un buen rato e identificarse con lo que ven. ¿Que pueda acabarse? Quién sabe. Solo el tiempo lo dirá.
*Las opiniones expresadas por el columnista no representan necesariamente las de PUBLIMETRO Colombia S.A.S.