Las empresas y los más adinerados serán los que más aportarán. Esta reforma tributaria no crea impuestos para personas naturales.
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El martes el Gobierno contó de dónde saldrán los 15,2 billones de pesos que van a recaudar.
Esto es, 10 billones de pesos menos de la fallida reforma de Alberto Carrasquilla, el exministro de Hacienda.
Esta reforma tributaria no crea impuestos para personas naturales
Según informó el presidente Iván Duque, esta nueva reforma está dividida en cuatro grandes módulos. Además, la llamaron ‘Ley de inversión social’.
El presidente anunció que el proyecto espera recaudar 15,2 billones de pesos para garantizar la estabilidad de las finanzas públicas y la reactivación y crecimiento de la economía, gravemente golpeada por la pandemia del coronavirus.
También busca sacar de la pobreza a 4,1 millones de colombianos.
“Lo que tenemos frente a nosotros es un proyecto de inversión social soportado por unas decisiones de ingresos que son suficientes en este momento para dar el paso que como sociedad merecemos dar”, dijo.
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La carga más significativa, que representa el 60 % del recaudo, se extenderá al sector empresarial. Unos 6,7 billones de pesos se recaudarán con el ajuste en la tarifa de renta corporativa. Además, 3,9 billones con la disminución al 50 % del descuento del Impuesto de Industria y Comercio.
Ahorro en los gastos del Estado
La propuesta, que será presentada formalmente en el Congreso de la República el 20 de julio, cuando se instale el nuevo periodo legislativo, es el resultado de más de dos meses de diálogos en seis regiones del país entre el Ministerio de Hacienda y distintos sectores económicos, sociales y políticos.
El ministro de Hacienda, José Manuel Restrepo, explicó este martes que el otro 40 % del recaudo total se logrará con una política de ahorro en los gastos públicos y la incorporación de nuevos instrumentos en la lucha contra la evasión de impuestos.
La propuesta de austeridad pública busca limitar crecimientos burocráticos, controlar gastos en planes de telefonía, viáticos, viajes y publicidad; reorganizar los esquemas de seguridad; fusionar entidades del Estado, y otros gastos que no se consideren esenciales.