En el año 1991 Tim Berners-Lee creó la World Wide Web (www), pero solo fue hasta el año 1995 cuando se creó la primera red social, SixDegrees. Ahora hay más de 40 redes sociales en toda Internet y decidimos hablar con expertos sobre su evolución y a dónde vamos con ellas.
Las redes sociales son estructuras formadas en Internet por personas u organizaciones que se conectan a partir de intereses o valores comunes. No es que se haya creado el agua, pero sí la mejoraron. Pasamos de ser individuos digitales a vivir en comunidades y crear amistades en línea.
Cuando pensamos que ya tenemos las redes sociales justas, aparece otra a demostrarnos que siempre se puede innovar en un campo donde parece que ya todo está escrito. Es por eso que vale hacerse la pregunta, ¿para dónde vamos con las redes sociales? Hablamos con dos expertos, un periodista y un sociólogo quienes nos darán sus puntos de vista sobre lo que le espera a la humanidad en tema de redes.
Las redes son adolescentes
Mauricio Jaramillo Marín es un periodista de tecnología, innovación y ciencia, además, es director de la empresa ImpactoTIC. Para él, las redes sociales son una adolescentes pues apenas llevan pocos años entre nosotros y están evolucionando.
Empieza diciendo que «las redes son adolescentes pues tienen pocos años de vida, es por eso que aún se equivocan. Cuando eran niñas, cuando eran pequeñitas y no tenían el impacto que tienen hoy — poniendo presidentes en EE.UU. por poner un ejemplo — eran como las rabietas de un niño que generaban simpatía. Ahora que ya están grandes, generan miedo. Es por eso que se dice que las redes sociales han dañado todo, desde la política hasta las relaciones sociales, pero no es así».
Para Mauricio, las redes sociales son herramientas y la tecnología es neutra, por tanto, tiene muchas cosas positivas como negativas. Lo anterior, debido a que estas las hacemos los usuarios y los usuarios aprovechan las redes sociales para bien mientras que otros las utilizan para hacer el mal, para desinformar, hacer campañas de odio, para generar indignación, entre otras.
«Hoy no son tantas las restricciones que tienen, pero sí creería que las redes van a tener algunas obligaciones con los gobiernos, por ejemplo. Hoy tienen total libertad para las reglas que tienen en sus plataformas y la única obligación que tienen es entregar información a los gobiernos cuando lo solicitan las autoridades. En un futuro pensaría que los gobiernos van a querer inmiscuirse en las políticas de las redes. En prohibir o limitar ciertos contenidos y ahí habrán tensiones en el mediano plazo».
Dice lo que pasó con las redes es lo que sucede en cualquier campo tecnológico. Surge un pionero, luego es desplazado por un retador y continúa generándose una dinámica de multiplicación de redes y consolidación de las mismas. Para él, el contenido que es y seguirá siendo el rey, es el video. «Se sabía desde hace más o menos 10 años que sería el rey en cuanto a consumo. Hoy lo estamos viendo, no solo con YouTube sino con todas las demás que adoptaron el video, siendo TikTok el heredero de Vine con más de 800 millones de usuarios activos. Lo que sí irá cambiando es el tipo de video con formatos distintos».
Mauricio dice en medio de risas que es difícil saber qué red social triunfará y cuál quedará en el olvido y, de saberlo, seguro Zuckerberg estaría pensando en comprarla de inmediato. «TikTok surgió en China, totalmente diferente, no estaba buscando copiar a Facebook ni a Twitter. Otro es ClubHouse, totalmente orgánico y empezó en círculos muy pequeños».
No hay redes más nocivas que otras
Carlos Charry es PhD en Sociología y director de la maestría y doctorado de Estudios Sociales en la Universidad del Rosario habló con nosotros. Charry empieza diciendo que el cambio más importante que tuvo las redes sociales fue el mayor intercambio de información. «Ya no es un manejo vertical desde los medios de comunicación sino horizontal en el cual el ciudadano del común puede ser productor de contenido y llegar a un público masivo».
Agrega que «no hay redes sociales más nocivas que otras, todo depende de los usos sociales y de la cultura cívica ciudadana. Igual de nocivo puede ser un e-mail que un video en Instagram. Todo depende de cómo y para quién esté dirigido y cuál es el objetivo del mensaje».
En cuanto el cambio social, dice que «está dirigido a una mayor dependencia de la tecnología. Lo importante es que esta no es una tecnología extraterrestre sino de seres humanos para seres humanos y que son los seres humanos agencian los usos y las prácticas sociales y culturales a través de las redes. Está en la responsabilidad del ciudadano el uso que le dan. Algunos teóricos hablan de un homo tecnológicus. Es decir, de un ser humano cada vez más dependiente tanto en términos sociales, culturales, tecnológicos y hasta físicos de la tecnología».
Para él, todo depende de cómo se vaya dando el proceso civilizatorio de la sociedad en torno a la tecnología. «A veces desde nuestra perspectiva creemos que todo el mundo tiene el mismo acceso a la tecnología y no es así. En Colombia cerca del 40% no tiene un acceso permanente, continuo y de calidad a internet a pesar de que la mayor parte de la población tiene un celular. El asunto es que no vamos todos al mismo ritmo de evolución tecnológica, social y cultural con respecto al uso de redes. Eso marcará una diferencia entre un mundo altamente tecnologizado por su capacidad de ingreso y otro menos dependiente y precariamente integrado a las tecnologías por los bajos ingresos».