Según cifras reveladas por la Organización Mundial de la Salud, una de cada tres mujeres en el mundo ha sufrido violencia sexual o física y, el 30 % de ellas, fue abusada o violentada por su pareja.
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Sin embargo, no solo la violencia se manifiesta de manera física o sexual, también puede experimentarse maltrato psicológico o abuso verbal y esto es conocido como violencia intrafamiliar. Los gritos, el uso de la fuerza, humillaciones, entre otros factores también son signos de violencia y deben ser denunciados. Por esta razón, Famisanar creó la campaña #ALasMalasNO, con el fin de educar frente al tema y así
intentar minimizar el impacto que tiene esta problemática en la sociedad. Para detener la violencia e identificar a tiempo si eres víctima o alguien de tu entorno lo está viviendo, es importante conocer cuáles son las señales de la violencia intrafamiliar.
- Abuso verbal: Si sientes que te humillan, amenazan o ridiculizan, puedes estar siendo una víctima y debes denunciarlo.
- Abuso psicológico: Si te imponen ideas, te descalifican o hacen sentir inferior, estarías sufriendo de violencia por parte de tu pareja.
- Abuso económico: En una relación no debes permitir que te controlen tu dinero, te lo arrebaten o te den acceso ilimitado a él. Esto también es violencia.
- Aislamiento: No tener acceso a llamadas, visitas a tu familia o la oportunidad de trabajar por estar al frente de las labores del hogar, también es una señal de alerta.
- Abuso sexual y físico: Cualquier tipo de maltrato que atente contra tu integridad física debe ser denunciado con las autoridades.
Si estás sufriendo alguno de estos tipos de maltrato o conoces a alguien que lo esté viviendo, es momento de actuar, no tengas miedo, las autoridades están para ayudarte.
La Secretaria de Salud de Bogotá cuenta con la línea 106 para asesorarte las 24 horas del día. Además, si eres mujer puedes comunicarte con la Línea Púrpura 018000112137 o vía WhatsApp al 300 755 1846 para solicitar apoyo a cualquier hora.
Denuncia estas acciones perjudiciales y cuida tu vida y la de las demás, pues los abusos cada vez se pueden volver más frecuentes y graves, hasta el punto de llegar a ser fatales.
¡Ni una víctima más de violencia!