El expresidente Juan Manuel Santos, cuyo Gobierno (2010-2018) firmó el acuerdo de paz en 2016 con la guerrilla de las Farc, calificó este lunes de «desafortunado» que se use la política para «destruir» la paz.
«Es desafortunado para una sociedad que se use la política para destruir algo que a todo el mundo le conviene que es la paz», dijo durante un conversatorio virtual con el magistrado de la JEP Danilo Rojas Betancourth, en una alusión indirecta a los pocos avances que ha hecho el actual Gobierno colombiano en la implementación de lo pactado.
«Un país dividido sobre lo más noble que puede buscar una sociedad que es la paz no tiene sentido, pero desafortunadamente la política a veces obliga o empuja a mucha gente a aprovechar esas situaciones», alegó el expresidente, quien fue galardonado en 2016 con el Nobel de la Paz justamente por la firma del tratado de paz con la que fue la guerrilla más grande de Latinoamérica.
El expresidente insistió una vez más en que este texto «no ha fracasado» e insistió en que no se firmó para beneficiar a las Farc, sino a los colombianos en general y a aquellas comunidades que se vieron afectadas por 50 años de conflicto y que debían ser compensadas con desarrollo, paz y justicia.
«El Estado colombiano no puede ser inferior a sus responsabilidades de llevarles el desarrollo a esas zonas», señaló el mandatario, quien volvió a lanzar un dardo al actual Gobierno de Iván Duque, al culparle de no cumplir las promesas que se les hicieron a estas comunidades.
Santos aludió a que el crecimiento de la violencia, del asesinato de líderes sociales y exintegrantes de las Farc en los dos últimos años «se debe en buena parte a que el Estado no ha sido capaz de cumplir con su razón de ser que es llevarle desarrollo y seguridad a esas zonas».
«NO ABARQUEN DEMASIADO»
La conversación con la JEP tuvo un tono informal y no se enmarca en las audiencias de esta jurisdicción surgida del acuerdo de paz para «juzgar» los delitos colectivos ocurridos durante el largo conflicto colombiano, de las que se esperan varias resoluciones este año, después de la primera en la que se culpó a los máximos dirigentes de las Farc por los delitos de secuestro.
Santos sí comparecerá formalmente ante la Comisión de la Verdad, otra de las instancias surgidas del acuerdo de paz para tratar de sentar justicia a las víctimas, «posiblemente en el mes entrante», según reveló hoy.
El exmandatario aprovechó la conversación para recomendar a estos dos organismos que «no sean tan ambiciosos» porque «lo ideal es enemigo de lo bueno» y «quien mucho abarca poco aprieta».
«Pretender que salga la verdad sobre 50 años de guerra es imposible, no habría tiempo en estos tres años ni en los próximos 30 años», consideró Santos, quien también le dijo a la JEP que se centre en «los máximos responsables» y no vayan buscando responsabilidades «demasiado abajo».
La JEP, que busca que los acusados se responsabilicen de sus crímenes a cambio de penas que no incluyen cárcel sino otro tipo de sanciones, tiene abiertos varios macro casos, entre los que se incluyen, además del de los secuestros de la guerrilla, las ejecuciones extrajudiciales cometidas por el Ejército colombiano («falsos positivos») o las miles de reclutaciones forzosas de menores que se dieron durante el conflicto.