El pasado 10 de febrero, la Policía Fiscal y Aduanera anunció la puesta en marcha de una operación transnacional para desarticular organizaciones delictivas dedicadas al contrabando, tráfico y falsificación de medicamentos, entre los cuales se encuentran vacunas contra el Covid 19.
Producto de esa operación, en lo corrido del año han salido de circulación más de 1.076.000 medicamentos fraudulentos, o que no cumplen con los protocolos de importación.
El más reciente golpe se adelantó en 17 ciudades de Colombia, y dejó como resultado la incautación de 400.035 unidades de fármacos irregulares avaluados en 2.999 millones de pesos, que serían comercializados ilegalmente a nivel nacional.
Asimismo fueron detenidas 11 personas que tendrán que responder por concierto para delinquir, corrupción de alimentos, productos médicos o material profiláctico y enajenación ilegal de medicamentos.
De acuerdo con el brigadier general Gustavo Franco, director de la Polfa, desde junio del año pasado empezaron a recibir información sobre organizaciones criminales que estarían falsificando insumos para tratar el Covid 19.
Cooperación internacional
Desde ese momento, en alianza con diferentes autoridades internacionales, se anticiparon para cerrarle el paso en Colombia a una eventual llegada de medicinas fraudulentas y fortalecer las políticas de control de todo tipo de medicamentos.
Para ello, las autoridades han desplegado operativos en puertos y fronteras de Colombia, sin embargo el general alertó sobre una modalidad de estafa a través de redes sociales.
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“De momento solo se puede adquirir la vacuna a través del Estado, por eso hacemos un llamado a no caer en engaños de personas que ofrecen productos o turnos de vacunación a través de plataformas digitales. El transporte de las vacunas tienen un proceso de cadena de frío que si no se cumple puede generar efectos adversos para la salud”, dijo el director de la Polfa.
De acuerdo con el general, los medicamentos más susceptibles de irregularidad en Colombia son los especializados para enfermedades de alta complejidad, como VIH, hipertensión y cáncer y, claramente, con la llegada de la pandemia, aquellos relacionados con tratamientos postcovid.