Dos denuncias por acoso sexual involucran al jefe de Facturación de la Red de Salud ESE Oriente de Cali, Diego Ramiro Cortés Arismendi, quien presuntamente aprovecha su posición de poder para hacerles insinuaciones y exigencias de tipo sexual a las trabajadoras de la entidad.
PUBLICIDAD
El caso más reciente fue denunciado el 30 de octubre por la funcionaria Marisol Sandoval, que lleva 11 años en la institución y asegura que ha tenido dos intentos de despido sin justa causa, reversados por otros superiores. Según Sandoval, los problemas se desencadenaron cuando rechazó la conducta de su jefe, Ramiro Cortés.
“El señor Diego me tocaba la cola delante de mis compañeros, me encerraba en el baño de la oficina obligándome a darle besos y me decía frases obscenas. (…) Sé que les pide fotos de partes íntimas a trabajadoras, la mayoría subordinadas por él, y las muestra sin ningún reparo a los amigos y gente con la que tiene confianza”, dijo la mujer en una carta dirigida al gerente de la ESE Oriente, Óscar Ipia.
La víctima, que ya interpuso la denuncia por acoso sexual ante la Fiscalía, también comentó que la situación se repetía con varias compañeras y mujeres de otras áreas, “pero a muchas de ellas les da miedo hablar por perder su empleo”.
El 3 de septiembre, el gerente Ipia había recibido otra carta en la que una funcionaria despedida tres días antes lo ponía al tanto de otro presunto caso de acoso sexual por parte del jefe de Facturación. La mujer, quien no fue informada sobre la causa de su despido, aseguró que nunca había tenido llamados de atención.
“Desde hace varios meses me he sentido asediada, hostigada y perseguida por el señor Diego Ramiro Cortés Arismendi, con una conducta que raya en lo libidinoso, realizando manifestaciones morbosas que calcan de manera perfecta en el tipo penal de acoso sexual”, indicó la primera víctima.
Fuentes extraoficiales comentan que contra el funcionario hay, al menos, cuatro denuncias por el mismo delito.
PUBLICIDAD
“Nunca radicó una queja”
La semana pasada, el gerente de la ESE Oriente atendió una citación del Concejo de Cali en la que aseguró que no tenía conocimiento de denuncias de acoso sexual cuyas víctimas fueran trabajadoras de la entidad que lidera.
Su argumento consistió en que la mujer que puso en conocimiento la situación ya no estaba vinculada a la empresa, e incluso dudó del hecho. “Es importante resaltar que la persona que radicó la queja trabajó cuatro años en la ESE Oriente y nunca presentó una queja por un presunto acoso laboral o sexual”, dijo Ipia en declaraciones posteriores.
El concejal Fernando Tamayo, que fue quien cuestionó al gerente por su silencio ante la denuncia de acoso sexual, afirmó que Ipia se había convertido en un sujeto pasivo al omitir la investigación en contra del funcionario involucrado. Dos días después, Tamayo recibió e hizo pública la denuncia de la segunda víctima.
“Cuando una mujer acosada se atreve a denunciar, asumiendo lo terrible que es la situación para ella, usualmente se abre una ‘caja de pandora’ que motiva a otras mujeres a denunciar. Eso está pasando en la ESE Oriente. (…) Hay muchas personas con temor a denunciar porque los sacan de sus puestos”, aseguró el cabildante.
Tras conocerse la segunda denuncia, el concejal Juan Martín Bravo se unió al llamado para que se les dé celeridad a estos casos y el funcionario sea investigado. “La situación es muy triste, más cuando el gerente de la ESE Oriente ha ocultado la información. Solo se vino a conocer en el debate de control político en el que le demostramos que sí tenía conocimiento”, indicó Bravo.