Tres personas fueron asesinadas a tiros este martes en una zona rural del municipio de Ábrego, que hace parte de la región del Catatumbo, en el departamento colombiano de Norte de Santander, fronterizo con Venezuela, informaron las autoridades.
El comandante de la Policía en Norte de Santander, coronel John Harvey Alzate, dijo que en una carretera cercana al caserío de Capitanlargo tuvo lugar «el hallazgo de tres cuerpos sin vida, los cuales presentan varios impactos producidos por arma de fuego».
Según versiones extraoficiales, los tres cadáveres son de sexo masculino y fueron encontrados apilados al borde de la carretera que conduce a Capitanlargo.
Aunque el coronel Alzate no atribuyó a ningún grupo la matanza recordó que en la zona hay presencia del Ejército de Liberación Nacional (ELN) y de Los Pelusos, un reducto de la guerrilla del Ejército Popular de Liberación (EPL).
Esta es la octava matanza perpetrada en Colombia en las dos últimas semanas, barbarie que se ha cobrado la vida de 40 personas.
Las ocho matanzas ocurrieron en los departamentos de Nariño, Cauca, Arauca, Valle del Cauca, Antioquia y Norte de Santander, y las víctimas son en su mayoría jóvenes, campesinos, indígenas o afrodescendientes.
REGIÓN ASOLADA POR GRUPOS ARMADOS
El Catatumbo, una región selvática y montañosa de 10.089 kilómetros cuadrados, está conformada por los municipios de Tibú, El Tarra, Sardinata, El Carmen, Convención, Teorama, San Calixto, Hacarí, La Playa, Ábrego y Bucarasica.
Pese a ser una región rica en petróleo es una zona de las más olvidadas y atrasadas del país y desde los años 70 tiene una fuerte presencia del ELN, el EPL y las antiguas FARC, que en la década de los 90 libraron una guerra contra los paramilitares.
A propósito de las matanzas, hoy sepultaron en Popayán a tres de las seis víctimas de la masacre del viernes en El Tambo, en el convulso departamento colombiano del Cauca.
Lucila Huila, quien perdió en la matanza a sus hijos Heiner y Esneider Collazos, pidió al Gobierno «que se haga justicia, que eso no quede impune», pedido que también han hecho familiares de las otras víctimas.