En pruebas. Un tratamiento con plasma en varios hospitales de Bogotá encontró resultados positivos para la atención al coronavirus.
Hecho en Colombia. El tratamiento fue liderado por la Universidad del Rosario, el Instituto Distrital de Ciencia y centros médicos públicos y privados.
En la carrera contra el coronavirus, hay dos elementos críticos. Uno es la formación de una vacuna que ha mostrado avances en muchas partes del mundo. Pero mientras se logra producir una vacuna segura e inocular a la suficiente población, también hay que tener en cuenta los tratamientos para disminuir la mortalidad de los contagiados.
En ciudades como Bogotá, donde el contagio no ha sido controlado, esta es una preocupación gigantesca. La ocupación de camas UCI se ha mantenido estable alrededor del 90% en las últimas dos semanas, según datos del sistema Saludata de la Secretaría de Salud. Aún así, esto implica que las camas UCI están ampliamente ocupadas, poniendo presión a los sistemas de salud de la ciudad.
Por esto, el Instituto Distrital de Ciencia, Biotecnología e Investigación en Salud (IDC), con el apoyo de las universidades del Rosario, los Andes, Fundación Universitaria de Ciencias de la Salud (Fucs), CES de Medellín y el grupo ISA han adelantado un tratamiento promisorio en el mundo. La respuesta ha sido muy positiva en los 10 pacientes de prueba piloto en la ciudad.
Se trata de un tratamiento con plasma de convalecientes del contagio de la COVID-19, que lograron recuperarse de la enfermedad. Según el grupo de investigación liderado por la Universidad del Rosario, se determinó que este plasma contiene rastros de actividad antiviral.
«Se observó que el plasma de convalecientes tiene una actividad antiviral, demostrada por la disminución de la carga viral; y contiene proteínas conocidas como interferones, que ayudan a restaurar el sistema inmune de los pacientes (…) Así mismo se determinó por qué se deben usar plasmas que contengan altos títulos de anticuerpos”, explicaron los investigadores.
El tratamiento con plasma
En la primera etapa se escogió a 10 pacientes para realizar una prueba piloto y determinar si el tratamiento es viable en Colombia. Estos pacientes se encontraban hospitalizados en el hospital Méderi, hospital CES de Medellín y Clínica de Occidente. Aunque estaban en una condición severa, no se trataba de pacientes en cuidados intensivos.
Se buscaba determinar cómo extraer el plasma de los pacientes convalecientes, así como el mecanismo de suministro a los pacientes en tratamiento. Se siguió la evaluación de dichos pacientes a los días 4, 7, 14 y 28 luego de la primera transfusión del plasma.
Los resultados fueron muy prometedores, con la disminución de síntomas para ocho de los 10 pacientes elegidos aleatoriamente. «Desde el punto de vista clínico, en los pacientes recuperados se observó mejoría en los síntomas respiratorios, osteomusculares y digestivos, a partir del tercer día. La cefalea y la fatiga persistieron en algunos pacientes hasta el día 28”, señalaron los investigadores.
Además se encontró que la carga viral en el plasma de convalecientes disminuyó notoriamente en todos los pacientes, así como una reducción en sustancias como ferritina y la deshidrogenasa láctica, marcadores cuya reducción indica mejoría clínica. Todos los pacientes tratados tuvieron, además, disminución en la neumonía luego del día 28.
Lo que viene
El siguiente paso será realizar este tratamiento en estudios controlados a 90 pacientes. De manera aleatoria, 45 recibirán el tratamiento con plasma como complemento al tratamiento normal. Otros 45 servirán como grupo de control, solamente recibiendo los cuidados ya aprobados. De esta manera se podrá determinar la efectividad del plasma en un grupo más amplio.
Estos tratamientos requieren de la presencia de pacientes que ya se hayan recuperado de la COVID-19. Debido a esto, el IDC invita a los pacientes recuperados para donar su plasma en sus instalaciones. De esta forma, podrán ayudar a otros colombianos en su recuperación y apoyar los desarrollos científicos del país.
La frase
«En los pacientes recuperados se observó mejoría en los síntomas respiratorios, osteomusculares y digestivos, a partir del tercer día»
Juan Manuel Anaya, director del Centro de Estudio de Enfermedades Autoinmunes de la Universidad del Rosario.
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