Una vez más Medellín se destaca en la creación de herramientas biomédicas para atender a los pacientes contagiados con COVID-19. En esta oportunidad, la academia, la empresa privada y las instituciones públicas presentan una herramienta indispensable para los pacientes que presentan condiciones médicas que requieren suministro de oxígeno.
Se trata del videolaringoscopio, un dispositivo biomédico creado para facilitar un procedimiento de alta complejidad como lo es la intubación de pacientes que requieren apoyo ventilatorio.
Fueron creados a través de la alianza Simdesign -conformada por el Hospital Pablo Tobón Uribe, la Universidad CES y la Universidad EAFIT. Además, contaron con el apoyo de las compañías Leonisa, Dynacad, Postobón y de la entidad pública Ruta N- a través de la iniciativa InnspiraMED.
Según los creadores, estos dispositivos cumplen con la función de intubar con mayor seguridad y a la vez disminuyen el riesgo de exposición del personal médico a los aerosoles generados por el paciente durante este tipo de procedimientos.
El dispositivo
David Carmona, docente e investigador de Medicina de la Universidad CES, en diálogo con PUBLIMETRO explicó la importancia que tiene este nuevo dispositivo, que permitirá enfrentar los retos que representa la pandemia en la ciudad y en el país.
“Cuando tenemos un paciente que tiene complicaciones respiratorias y requiere de ventilación, se debe conectar a los ventiladores mecánicos a través de unas cánulas. Estas cánulas son las que se pasan a través de la vía aérea utilizando un laringoscopio”, explicó Carmona.
Actualmente existen laringoscopios analógicos o manuales que requieren que el anestesiólogo o el profesional de la salud conozca muy bien el proceso de intubación, para que lo haga de manera efectiva y precisa.
“En ocasiones, dependiendo de la experiencia, se requieren varios intentos de intubación porque se va la cánula por la vía digestiva en lugar de la vía respiratoria. El viodeolaringoscopio permite que a través de la cámara se pueda ver claramente por dónde se está moviendo la cánula o sonda al interior del paciente”, reveló el investigador.
Carmona destacó que el dispositivo permite que “en un solo intento se intube a un paciente de manera efectiva”. Además, que esta efectividad permite reducir el tiempo en el proceso de intubación y, por ende, la conexión a la ventilación asistida que requiere la persona.
Otra de las características del videolaringoscopio que el docente resaltó es la forma ergonómica que le permitirá al personal de la salud un mejor manejo del dispositivo y menor riesgo a su salud.
El proceso
José Fernando Arango, anestesiólogo del Hospital Pablo Tobón Uribe y líder de este desarrollo desde el campo médico, destacó el esfuerzo y el trabajo que se ejecutó durante los cinco años que duró la creación de esta herramienta.
“Después de cinco años de arduo trabajo, de tener muchísimos prototipos de este videolaringoscopio, de hacer una patente para el mismo, es un placer tenerlo en las manos. Con este videolaringoscopio el personal médico podrá mantener una distancia prudente con el paciente, mirar la vía área en tiempo real, dirigir el tubo hacia donde se desea y tener una curva de entrenamiento más corta que con otros dispositivos”, dijo Arango.
Por otro lado, Ruta N a través de la iniciativa InnspiraMED, destacó el trabajo en equipo que se desarrolla en la ciudad entre las diversas instituciones del Estado, la academia y el sector privado, que permiten generar soluciones rápidas para salvar vidas.
“Los videolaringoscopios son un esfuerzo en ese sentido, acompañando otras soluciones como los ventiladores de bajo costo para que sea posible superar este reto que tenemos como sociedad a causa de COVID-19″, dijo Juan Andrés Vásquez, director ejecutivo de Ruta N.
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La frase
“Con esta tecnología muchos más profesionales podrán realizar procesos de intubación con una alta efectividad”, David Carmona, docente investigador de la Universidad CES.
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Las cifras
- 650 videolaringoscopios se están construyendo en la capital antioqueña.
- 51 videolaringoscopios se han entregado hasta la fecha.
- 43 están en Medellín (30 al Hospital General, cinco a la Clínica de La 80, cinco a la IPS Universitaria y tres a la Clínica Sagrado Corazón), cinco a la Alcaldía de Ocaña en Norte de Santander y tres a la Fundación Amigos de la Salud en Montería en Córdoba.
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