La negación de dos proposiciones de control político que el concejal Juan Martín Bravo hizo el pasado lunes en una plenaria virtual atizó el debate sobre qué tanto peso tienen las coaliciones en el Concejo de Cali y cómo juegan a favor de la administración de Jorge Iván Ospina.
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Bravo leyó los cuestionarios que buscaban una rendición de cuentas de los secretarios de Seguridad y Justicia y de Bienestar Social por la inversión de algunos recursos durante la pandemia de coronavirus, pero solo cuatro de los 21 miembros de la corporación apoyaron la propuesta.
Las razones de los concejales que votaron ‘no’ fueron variadas: Milton Castrillón, del Partido Conservador, aseguró después de la plenaria que ambos secretarios ya estaban citados para otros temas y no había necesidad de hacerles un nuevo llamado.
Por otro lado, el liberal Fabio Arroyave antepuso los intereses de su grupo: “Hay unos partidos, como el Partido Liberal, que se han declarado parte del Gobierno y tienen una agenda política. (…) La coherencia de aquellos que quieren o no ser parte del Gobierno tiene que ir quedando clara”, dijo el cabildante.
¿Quién da la cara?
Para Lina Martínez, directora del Observatorio de Políticas Públicas POLIS, sorprende que el Concejo omita uno de sus deberes más importantes. “En este momento necesitamos un Estado que sea más ágil en los procesos de contratación, pero eso no significa que no se tenga que mantener un control sobre los contratos que se están haciendo”, comentó Martínez.
«Aun en medio de esta crisis, el Concejo tiene que vigilar cada peso que se está invirtiendo»: Lina Martínez, directora de Polis.
Las proposiciones del concejal Bravo pretendían indagar sobre las contrataciones hechas por la Secretaría de Seguridad y Justicia para el traslado de migrantes venezolanos hasta la frontera y la entrega de mercados por parte de la Secretaría de Bienestar Social. “Aun en medio de esta crisis, el Concejo tiene que vigilar cada peso que se está invirtiendo”, añadió la directora de POLIS.
De acuerdo con Lina María Orozco, coordinadora del Observatorio Cali Visible, es atípico que en el Concejo municipal se nieguen proposiciones de control político. Por eso, lo que pasó en la plenaria del lunes dibuja dos posibilidades: que las coaliciones mayoritarias crean que el control político genera retrasos en la administración municipal o que lo consideren un mecanismo de oposición que se debe evitar.
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“La Alcaldía está en un momento de incertidumbre y tiene sus recursos avocados a atender la pandemia, pero eso no puede habilitar la posibilidad de que no rinda cuentas”, explicó Orozco. Los cuatro concejales que apoyaron las proposiciones fueron Diana Rojas, Fernando Tamayo, Roberto Ortiz y su autor, Juan Martín Bravo.
“El poder local no tiene contrapeso”
El de esta semana no ha sido el único ‘ruido’ proveniente del Concejo que comenzó un nuevo periodo este año. Sucesos como los inconvenientes con la elección del personero municipal o la discusión sobre las facultades especiales que pedía la Alcaldía a través del Plan de Desarrollo han revelado la existencia de una coalición mayoritaria que apoya a Ospina.
«La Alcaldía está haciendo lo que le place sin ningún tipo de control»: Alberto Sánchez, analista en temas de seguridad.
Según Alberto Sánchez, historiador y analista en temas de seguridad ciudadana, Cali no tiene un Concejo que cumpla sus funciones de vigilancia y seguimiento como sucede en Bogotá o Medellín. El analista coincide con Martínez y Orozco en que la situación de emergencia que se vive en este momento no indica que deba suspenderse el control hacia la administración municipal.
“En Cali, el poder local no tiene contrapeso. La Alcaldía está haciendo lo que le place sin ningún tipo de control desde ninguna instancia. Por la falta de control es que se pierden los recursos y eso es muy grave en una ciudad con un alcalde que ha sido investigado por temas de corrupción”, anotó Sánchez.
El analista añadió que muchos de los actuales concejales apoyaron la candidatura de Ospina desde sus estructuras políticas, lo que explica que hagan tan pocos ejercicios de control. Incluso algunos que alcanzaron la curul con un discurso de renovación, como Terry Hurtado o Ana Erazo, han permanecido en la sombra y dieron su voto negativo a las proposiciones de Bravo.
Otras vías
Los concejales pueden hacerle seguimiento al desempeño de la Alcaldía por medio de mecanismos distintos a las proposiciones de control político. Pueden, por ejemplo, presentar sus inquietudes en derechos de petición o pedir la intervención de organismos de control. Para Carlos Andrés Echeverry, abogado y docente universitario, esta podría ser una alternativa en un Concejo tan politizado como el de Cali.
“La minoría de concejales que están en la oposición se queja porque sus compañeros no contribuyen con el tema de citar a unos funcionarios para que den explicaciones. Es lógico que la mayoría no va a permitir que se hagan este tipo de cuestionamientos. Por eso existen otras formas de ejercer control”, indicó Echeverry.
- 13 concejales votaron ‘no’ a las proposiciones de control político.
- 4 cabildantes las aprobaron.
- 4 guardaron silencio.
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