El nivel de congestión en la calle 13 se ha disparado en los últimos años. El Distrito y la Gobernación buscan soluciones a corto y largo plazo para millones de habitantes.
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A pesar de la teoría de muchas personas, los trancones más intensos de Bogotá no se viven en el norte ni en Bosa. La salida de la calle 13 es la vía más congestionada de la ciudad, por la que no solo circula el tráfico urbano de un millón de habitantes en las localidades de Fontibón y Kennedy. Más de 500 mil personas de los municipios de Funza, Mosquera, Madrid, Facatativá y Bojacá dependen de esta vía.
También dependen miles de industrias afincadas en un largo corredor que se extiende prácticamente durante 30 kilómetros, desde Madrid hasta el centro de Bogotá en Paloquemao. Y finalmente, es la principal conexión de carga y pasajeros desde la Sabana hacia el occidente del país.
Por todo esto, y para mejorar la seguridad, la Alcaldía de Bogotá y la Gobernación de Cundinamarca iniciaron labores para resolver la grave situación en la vía. En especial debido a la congestión, que hace que el recorrido del centro de Bogotá a Facatativá tarde más de tres horas. A modo de comparación, el proyecto de Regiotram de Occidente plantea hacer este mismo recorrido en 48 minutos.
Como parte de una serie de compromisos entre la Alcaldía y la Gobernación, sus secretarios de Movilidad hicieron un recorrido en la mañana de este miércoles por la vía. Así pudieron ver el trancón casi constante que se extiende desde Mosquera hasta la Avenida Boyacá. También vieron graves problemas de contaminación por el tráfico vehicular que también abundan en la calle 80 y la Autopista Sur.
«Es muy importante tomar acciones inminentes en la región y hacer este tipo de ejercicios, ya que Cundinamarca es el departamento con mayor movilidad de Colombia, registrando casi el 28% de la movilidad que transita por el país y por esto tenemos que articularnos mejor», dijo el secretario de Movilidad de Cundinamarca, Jorge Godoy.
Mejoras de corto plazo
A largo plazo las soluciones para la calle 13 apuntan hacia el Regiotram de Occidente, que llevaría 15000 pasajeros-hora, y la prolongación de la calle 63 hasta Funza. Estas obras permitirían cubrir la demanda de los municipios vecinos y abrir espacio para los camiones. Pero la intervención al antiguo Ferrocarril de la Sabana tomaría cuatro años, y la 63 está en proyecto.
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Mientras tanto, las primeras medidas apuntan a mejorar la seguridad de los actores viales, en especial, en zonas como Porvenir Río (Mosquera) y Fontibón donde el tráfico local sufre bastante. Justamente, este miércoles un accidente de tránsito con saldo de un ciclista muerto ocasionó un trancón colosal en la vía.
Entre las soluciones planteadas se propone implementar acciones pedagógicas, gestión de retornos por el corredor en los ingresos de Porvenir Río, Recodo y Puente Grande, gestión de tránsito en vía, optimización semafórica para reducir tiempos de viaje, adecuación de paraderos, reparación de la malla vial en puntos específicos y demarcación horizontal de algunos tramos.
También se buscará contratar a 24 gestores de vía en Mosquera, para adelantar trabajos articulados con los gestores de Bogotá en el corredor vial. «Tomaremos las acciones que podemos adelantar e implementar para mejorar el perfil vial y proteger la vida de todos los usuarios», afirmó Nicolás Estupiñán, secretario de Movilidad de Bogotá.