La jornada de marchas del 21E comenzó en Bogotá con bloqueos en el transporte público y algunos disturbios, que colapsaron la movilidad en varias localidades. Además, se vivieron una serie de enfrentamientos entre encapuchados y la Policía.
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En Suba se reportaron a primera hora bloqueos a las estaciones de TransMilenio y enfrentamientos de manifestantes con la Policía en la avenida principal, donde encapuchados atravesaron contenedores de basura para impedir la movilidad. Los enfrentamientos fueron denunciados por, entre otros, el senador Gustavo Petro, quien destacó los “abusos” de la autoridad para desbloquear las vías de la localidad en plena hora pico.
La alcaldesa de Bogotá, Claudia López, informó en Twitter que ante los bloqueos, los gestores de convivencia, que forman parte del nuevo protocolo (ver recuadro) para afrontar las protestas, trataron de dialogar con los manifestantes, aunque finalmente tuvo que intervenir el Escuadrón Móvil Antidisturbios (Esmad).
“Secretaría de Seguridad y Policía tuvieron que intervenir puntualmente para reabrir flujo de vía”, afirmó López ante la situación en Suba.
Horas más tarde, en otros puntos de la ciudad, como la arteria vial de la troncal Caracas y la localidad de Bosa, se cerró la operación en varias estaciones de TransMilenio, mientras que en la carrera Séptima se desviaron los buses debido a las manifestaciones.
Simultáneamente, se presentaron fuertes enfrentamientos en la avenida de las Américas, en inmediaciones de las estaciones de TransMilenio Banderas y Mandalay.
Al tiempo, manifestantes bloquearon la troncal Calle 26. En ese punto, hizo presencia el secretario de Gobierno, Luis Ernesto Gómez, quien dialogó con los ciudadanos, evitando bloqueos en la vía.
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La jornada de movilizaciones continuó con cacerolazos en distintos rincones de la ciudad, que no tuvieron el apoyo masivo que se vio en las manifestaciones vividas en noviembre.
Trabajadores, estudiantes, indígenas y activistas convocaron a este acto en rechazo al asesinato de líderes sociales, los abusos de la fuerza pública y las políticas sociales del Gobierno.
Sumado a lo anterior, alzaron su voz en rechazo al Esmad, causante de la muerte del estudiante Dilan Cruz, quien falleció el pasado 25 de noviembre en Bogotá a raíz de las heridas sufridas en la cabeza por un proyectil disparado por un miembro de ese cuerpo policial.
La pelea no para
A corte de las 5:00 p.m., el secretario de Gobierno Luis Ernesto Gómez indicó el desarrollo de 19 manifestaciones y concentraciones en las calles de Bogotá. A pesar de esto, las tres marchas del 21E más notorias fueron la manifestación en Suba, la marcha de estudiantes de Banderas y la gran concentración que salía del parque de los Hippies a la plaza de Bolívar.
Todas estas manifestaciones fueron dispersadas con la presencia del Esmad. En Banderas, los enfrentamientos siguieron ataques a las estaciones de TransMilenio. Las manifestaciones causaron daños, además, a una oficina bancaria en la avenida Boyacá y un gran número de losas destruidas.
La situación fue mucho más grave en La Candelaria, alrededor del cruce de la carrera Séptima con Eje Ambiental. Aunque los manifestantes habían ido acompañados por gestores de convivencia y las madres gestoras de paz, el Esmad los atacó en el Eje Ambiental. Allí, la manifestación, que se había desarrollado con mucha cultura, arte y hasta actividades coloridas, degeneró en un enfrentamiento de encapuchados con Esmad.
Las calles se llenaron de adoquines rotos que afectaron a miles de personas que se encontraban en el centro histórico de Bogotá. En la plaza de Bolívar se realizaron las presentaciones esperadas, pero el lugar no se llenó.
Las manifestaciones se extendieron todo el día y produjeron serias afectaciones al sistema TransMilenio. Las troncales Américas, Suba, Calle 80 y Caracas tuvieron todo tipo de complicaciones. Diferentes manifestaciones intentaron quemar llantas y crear barricadas.
Gómez llegó a acompañar la manifestación de estudiantes de la Universidad Nacional hacia Banderas y, con sus manos, evitó que se quemara una llanta. Sin embargo, el vandalismo en esta manifestación se extendió a los barrios Castilla, Corabastos, Kennedy y otras zonas. Las manifestaciones, en general, no tuvieron el apoyo multitudinario que se vio en las marchas de noviembre.
Protocolo a las marchas del 21E
La alcaldesa Claudia López presentó la semana pasada un nuevo protocolo de seguridad para las protestas, en el que reafirma que el Esmad será la última instancia en intervenir para evitar situaciones como la de Dilan Cruz.
La Alcaldía afirmó que facilitaría la participación de la ciudadanía en las movilizaciones “brindando las garantías necesarias a los manifestantes para que se desarrolle una jornada pacífica y tranquila”.
Siguiendo el protocolo, las madres gestoras de paz, vestidas de blanco, hicieron su primera participación en el parque de los Hippies.
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