Aunque no es nuevo que surjan medios independientes, expertos insisten en que, en los últimos años, sobre todo en países de Latinoamérica, ha habido un auge de medios alternativos. Coyunturas políticas, el cambio generacional en incluso la crisis de los medios tradicionales han generado un ambiente para que este tipo de medios comunicativos prosperen, sin embargo, lograr la sostenibilidad de estos no ha sido tarea fácil.
Es por esta razón que existen fundaciones como Velocidad, una aceleradora de medios independientes de América Latina que recientemente seleccionó 10 emprendimientos digitales que recibirán inversiones y servicios especializados de consultoría. Dentro de estas se encuentra Cero Setenta, una iniciativa bogotana que se ha destacado por un cubrimiento diferencial, que incluso llamó mucho la atención durante las recientes jornadas de paro nacional.
Velocidad fue desarrollada por por el Centro Internacional para Periodistas (ICFJ) y SembraMedia y el apoyo de Luminate, con el objetivo de impulsar el importante trabajo de estos medios en la región.
En ese contexto, PUBLIMETRO habló con Alejandro Gómez Dugand, director de la revista CeroSetenta para hablar de la realidad de los medios independientes en el país.
¿Cuál es la importancia de los medios alternativos e independientes en Colombia?
Es un momento sincrónico con todo lo que está pasando. Sin uno revisa en los últimos dos o tres años en Colombia ha habido un ‘boom’ de medios independientes, con voces particulares cada uno. Uno no ve el mismo modelo replicado, sino que cada uno tiene su propia voz. Creo que esto marca una diferencia importante en el periodismo. En Colombia este siempre ha estado marcado por la competencia entre dos medios (El Tiempo – El Espectador, RCN – Caracol), pero lo que pasa con los medios independientes en Colombia es que todos nos hemos entendido como un ecosistema y nos encanta trabajar juntos.
Todo esto ocurre en un momento en que los medios tradicionales comienzan a tener más dificultades, por un lado de ingresos, y por otro, de falta de confianza por parte de los lectores. Hoy hay un grupo de lectores mucho más enterado, con más acceso a más información que está encontrando en los medios independientes cada vez datos más relevantes.
¿Qué dificultades tienen los medios independientes en Colombia?
Si bien la crisis de los grandes medios está ocurriendo en un momento de auge de los independiente, esto no hace las cosas fáciles. Los medios independientes todavía no estamos en capacidad de captar audiencia. El gran reto en este momento, además del económico, es el de ampliar las audiencias y salirnos de los grandes nichos digitales. Los medios independientes seguimos muy en las ciudades, sobre todo en Bogotá, y ese es el camino que como ecosistema de medios tenemos que recorrer, ver cómo nos regionalizamos y llegamos a audiencias que no son precisamente digitales.
Sin embargo, por primera vez creo que hay un grupo de medios independientes haciendo un muy buen trabajo, que está logrando sobrevivir de maneras muy diferentes. Con estrategias de crowdsourcing y hasta de becas, los medios independientes están logrando estabilidad y maneras de poder operar.
¿Cómo lograr que un medio independiente sea sostenible?
No existe un solo modelo. Por ejemplo, al modelo con el que se sostuvo la gran prensa, en términos de pauta, la web nunca supo migrar. La esperanza de vivir de pauta en digital es casi que descartable. Lo que veo en proyectos exitosos es una mezcla de varias cosas. Por un lado, el involucrar a la audiencia, lo cual en Colombia hasta hace muy poco era impensable. La Silla Vacía consiguió más dinero que nunca con la iniciativa de los Súper Amigos’, Cuestión Pública también ha hecho ejercicios de crowdsourcing, al igual que DataSketch. Luego están modelos como el de Mutante que es más heterogéneo, y nuestro modelo que es muy raro. Contrario a lo que todo el mundo piensa, la universidad (de Los Andes) no paga toda la operatividad de la revista, en parte por una decisión que tomamos desde un principio para tener independencia. Aunque nunca hemos tenido presiones por parte de esta, incluso tenemos independencia económica. Nos mantenemos haciendo trabajos de comunicación académica y científica para departamentos de la universidad.
¿Por qué son importantes los incentivos como los que ofrece la fundación Velocidad?
Lo primero que vamos a hacer es tecnificar más el trabajo que estamos haciendo con los demás departamentos de la universidad para convertir todo el acervo académico en grandes especiales periodísticos. Por otro lado, la idea es empezar a replicar el modelo de Cero Setenta en otras universidades y crear una red de medios auspiciados por universidades, aunque nosotros no somos un medio universitario, aunque eso suene difícil de explicar.
Además de la inyección de capital que recibiremos por parte de Velocidad, que nos hace mucha falta a los medios independientes, también nos emociona el tema de asesorías personalizadas. Queremos fortalecer la idea de un periodismo que se nutre de la academia y que hace un cambio de fuentes. La idea de tener a los grandes expertos de Colombia, de todas las universidades, comentando en tiempo real sobre el panorama nacional y fuera del ambiente académico es un gran logro y es algo que queremos conseguir.