El presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, dijo que las protestas contra el Gobierno del presidente Iván Duque, que arriban a su tercera jornada y a las que denominó «rebelión antineoliberal», no se han detenido a pesar de la «represión terrible» que, según él, han aplicado las autoridades de ese país.
Durante la clausura de un encuentro internacional de jóvenes y estudiantes, transmitido de manera obligatoria por radio y televisión, Maduro aseveró que, al igual que en otros países de la región, los colombianos protestan contra «las políticas que intentan aplicar los gobiernos neoliberales».
Pese a que la Administración de Duque ha ejercido «una represión terrible», apuntó, «no ha podido detener la rebelión antineoliberal del pueblo de Colombia, le tocó el turno a Colombia, le tocó el turno a la rebelión de la ciudadanía, del hombre y la mujer de a pie que dice basta de represión».
Desde el jueves, día en que comenzaron las manifestaciones contra la política económica y social de Duque, las autoridades colombianas han reportado la muerte de tres personas, dos de ellas en Buenaventura, el principal puerto del país sobre el Pacífico, y otra más en Candelaria, también en el departamento Valle del Cauca (suroeste).
«No es Venezuela, no es el Foro de Sao de Paulo, es usted, Iván Duque, y su incapacidad para darle paz, bienestar, prosperidad, protección al pueblo de Colombia, es usted, Iván Duque, el responsable», dijo Maduro.
Lamentó que se han registrado «muertos en todas las ciudades, heridos, detenidos y desaparecidos» desde el inicio de las protestas y tras la imposición de un toque de queda en varias localidades.
Maduro se despacha contra el gobierno Duque por «represión» en protestas
El Gobierno de Maduro rompió relaciones diplomáticas con Colombia después que el pasado 23 de febrero la Administración de Iván Duque prestó apoyo para el intento fallido de ingresar ayuda humanitaria a Venezuela.
Nuevamente, Maduro reiteró su apoyo a Evo Morales, quien abandonó Bolivia después de que las Fuerzas Armadas le forzaran a dejar el cargo y recibió asilo en México.
La renuncia de Morales ha sido calificada como «golpe de Estado» por varios Gobiernos y políticos latinoamericanos. Otros países han reconocido al Ejecutivo interino de Jeanine Áñez, mientras que parte de la comunidad internacional ha instado al diálogo sin pronunciarse sobre la crisis política