Los medios nacionales e internacionales reseñamos la victoria de Claudia López en la Alcaldía de Bogotá como un hecho histórico; primero por su numerosa votación, un récord en la capital; segundo por ser mujer y tercero, por pertenecer a la comunidad Lgbti.
Sin embargo, el hecho de que López es la primera alcaldesa en el segundo cargo político más importante del país, se ve empañado, nuevamente por la baja representatividad de de mujeres en las principales alcaldías y gobernaciones del país.
Solo cuatro mujeres se hicieron a cargos importantes en estas elecciones: dos en alcaldías capitales y dos en las gobernaciones.
¿Y los municipios?
En el país había en disputa 1101 alcaldías locales. De estas, solo 121 fueron para mujeres. Es decir, el 10% de los elegidos, fueron mujeres, el 90% restantes fueron hombres.
El panorama es oscuro para las mujeres, pues porque a pesar de que las inscripciones de mujeres candidatas a todos los cargos posibles fue alta, los puestos obtenidos en alcaldías municipales fueron muy bajos.
En total, los candidatos inscritos fueron 117.822, el 32% fueron mujeres, es decir, 43.824.
La denuncia ya había sido realizada por la Vicepresidencia, que en su informe Participación y representación política de las mujeres en Colombia, señaló que en 18 de los 32 departamentos colombianos no hubo mujeres candidatas a la Gobernación y lo mismo sucedió con las aspiraciones a las alcaldías en más de 500 municipios.
En el Amazonas, o en Antioquia resaltó la exclusión, pues fueron departamentos con siete y ocho candidatos y ninguna mujer tuvo cupo.
Contrarrestando, la mejor participación la tuvo Casanare y el Valle, en donde de nueve candidatos, tres fueron mujeres, una cifra igualmente baja para el desarrollo democrático.
“En el año 2007 las mujeres que aspiraron a las gobernaciones representaban apenas el 7,9% de los inscritos, este año representan el 13,9% de las candidaturas, no es suficiente, pero vamos mejorando”, manifestó Marta Lucía Ramírez, al presentar el informe.
Y es que el tema no puede pasar de agache, pues entre las metas de país, proyectadas hacia el 2030, als que tenemos que cumplir en 11 años, la igualdad de género y la participación democrática, debería ser mucho mayor, pero nos vamos rajando.
“Las mujeres en la política estamos llamadas a transformar el manejo del Estado y a demostrar que un Estado puede ser eficiente, transparente y preocuparse de verdad por todos los ciudadanos, garantizar los derechos de los colombianos y así lograr el desarrollo de nuestro país”, asegura la vicepresidenta.
Solo dos mujeres fueron elegidas como gobernadoras; solo do mujeres fueron elegidas en alcaldías capitales, lo cual demuestra la brecha que aún sostiene el país.
