La historia conmovió a los habitantes de la zona rural de Carangola, un municipio ubicado a 349 km de Belo Horizonte, Brasil: María Verónica Grossi, una enfermera de 34 años, se convirtió en la tutora legal de Maria Martins Ferreira, una anciana con cáncer de 59 años que fue abandonada por su familia, según informó Sempre Família.
Hace 11 años, Verónica llegó a la casa de doña María, que en ese momento también vivía con su hija, su yerno y un nieto, para brindarle los cuidados necesarios debido a que esta no contaba con la suficiente fuerza para dirigirse por sí misma a un centro de atención médica.
Así, Verónica se encargó de atender a doña María y pasó poco tiempo para que ambas se transformaran en mejores amigas. “Me encantó de inmediato, porque era muy comunicativa y cariñosa“, recordó la enfermera, citada por el mismo sitio.
Sin embargo, los problemas empezaron cuando la hija de doña María y su esposo se comenzaron a incomodar con la presencia de la enfermera. “A ella y a su esposo no les gustaban mis visitas, pero seguí yendo de todos modos, y aún más porque me di cuenta de que María tenía problemas de salud y no la estaban cuidando“, relató Verónica.
Luego de que la hija de la anciana rechazara a la enfermera como cuidadora, Verónica empezó una batalla para convencer a la familia de trasladar a la mujer a un centro médico especializado que se pueda hacer cargo de ella.
Cinco años después de haberse conocido por primera vez, María y Verónica se volvieron a cruzar y hace dos años que se convirtieron en vecinas.
Pero esta noticia no fue del todo positiva, ya que al estar viviendo tan cerca, la enfermera descubrió la cruel realidad a la que estaba sometida la anciana.
En una ocasión, Verónica se acercó a la vivienda de su amiga luego de no haber tenido noticias de ella en varios días. Entró a la residencia y encontró a doña María tendida en el suelo, con la presión arterial alta y con signos de desnutrición severa.
“Estaba sucia y débil, pensé hasta que estuvo muerta cuando la vi. Pero llegamos a tiempo y la llevamos al hospital“, relató Verónica.
Pero el drama de la anciana no terminó allí, ya que una vez internada los médicos le diagnosticaron un tumor canceroso que tenia alojado entre el pecho y corazón.
Debido a que la hija de doña María nunca se acercó a la clínica para conocer el estado de salud de madre, la enfermera le hizo firmar un poder notarial que le permitía hacerse responsable de la anciana de ese momento en adelante.
María vive con Verónica y su hija Jhonata, de 14 años, desde diciembre de 2018. La enfermera se encarga periódicamente de llevarla a sus respectivos análisis médicos para controlar el cáncer, e informaron que se encuentran en espera de someterla a una cirugía de tórax para extraerle la masa cancerosa del pecho.
Mientras que la anciana cortó todo tipo de vínculo con su hija, un abogado se ofreció para declararla oficialmente la hija de Verónica. Actualmente hay dos juicios en curso: uno de interdicción y otro de adopción controlada por el tribunal.