Palabras de De la Calle sobre anuncio de las Farc. Una nueva guerrilla ha nacido en nuestro país.
El exjefe del equipo negociador , Humberto de la Calle, pidió este jueves a todos los ciudadanos «proteger el proceso de paz» pese al regreso a las armas de alias Iván Márquez, quien fue su contraparte en la mesa de diálogos.
No es esta la primera ni será la última crisis del proceso», aseveró De la Calle al leer un comunicado firmado también por Sergio Jaramillo, ex comisionado de paz y su mano derecha en las negociaciones, en el que rechazan y condenan «enérgicamente» el anuncio de Márquez y otros exlíderes que se declararon disidentes.
El disidente aseguró esta madrugada que inicia «una nueva etapa de lucha armada» en un video, en el que también aparecen Seuxis Paucias Hernández, alias «Jesús Santrich», y Hernán Darío Velásquez, alias «El Paisa», ambos armados con fusiles y que al igual que Márquez hace meses dejaron de cumplir sus compromisos con la JEP.
Los exnegociadores de paz del Gobierno hicieron un llamado a la comunidad internacional, especialmente al Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas, para que redoble su vigilancia y apoyo al proceso de paz.
«Es el momento de acompañarlo con toda la fuerza. Repetimos, la paz es un logro histórico que no tiene marcha atrás», manifestaron De la Calle y Jaramillo, quienes agregaron que esperan que las víctimas «contribuyan a rodear y robustecer el proceso» y que el país piense «en las víctimas futuras, aquellas que debemos evitar».
Los dos exnegociadores gubernamentales también criticaron al Gobierno del presidente Iván Duque por «sus ataques permanentes al proceso y los riesgos de desestabilización jurídica» que «podría llevar a varios comandantes (de las FARC) a tomar decisiones equivocadas».
«El Gobierno debe asumir con decisión y con criterio de Estado el liderazgo del proceso de paz y dejar de actuar con criterio de partido, como lo ha hecho hasta la fecha», expresaron.
Por todo ello subrayaron: «Hacemos un llamado a todos los colombianos y colombianas a arropar y proteger el proceso de paz».
Márquez fue jefe del equipo negociador de las FARC en los diálogos de paz de La Habana y designado senador por el partido de la antigua guerrilla, cargo que no asumió porque a mediados de abril de 2018 se trasladó a un espacio de reunión de excombatientes en Miravalle, en el departamento de Caquetá (sur), donde se le vio por última vez en compañía de «El Paisa».
Al anunciar su regreso a las armas, Márquez afirmó que lo hacen porque sienten que el acuerdo de paz ha sido traicionado por el Gobierno, y esgrime entre los argumentos el asesinato de «más de 500 líderes» sociales y de al menos 150 exguerrilleros, «en medio de la indiferencia y la indolencia de un Estado».
«Todo esto, la trampa, la traición y la perfidia, la modificación unilateral del texto del acuerdo, el incumplimiento de los compromisos por parte del Estado, los montajes judiciales y la inseguridad jurídica, nos obligaron a regresar al monte», dijo.