Un grupo de 17 religiosos, entre laicas y curas de Valledupar no solo fueron acusados de mantener relaciones sexuales sino también de realizar ritos esotéricos. En Iglesia Católica colombiana se tenía sexo.
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La denuncia ante el Vaticano fue hecha por el sacerdote Norberto Mogollón, director pastoral de la Diócesis de Valledupar.
En una entrevista con el noticiero CM& Mogollón declaró que el grupo religioso alegaba que mantener relaciones sexuales no era pecado.
Esto justificado en que si Dios era amor ellos no tenían porque negarse la oportunidad de hacerlo.
La investigación se levantó sobre 17 sacerdotes y dos monjas, quienes no practicaban el celibato mientras cumplían su llamado religioso.
Sin embargo el medio de comunicación El País, de España, dio a conocer que los acusados pertenecen a la Asociación Seminario del Pueblo de Dios, que fue extinguida por el Tribunal eclesiástico en 2017 por impartir una doctrina distinta a las tradiciones católicas.
En aquel momento algunos miembros del seminario fueron suspendidos, pero otros no acataron la decisión y se fueron a otras partes del mundo. De esta manera llegaron a Colombia y otros países de América.
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No obstante, según la diócesis de Vic sentenció que las personas que pertenecen a la Asociación Seminario del Pueblo de Dios debe «salir de manera preventiva del ejercicio público del ministerio».
En pocas palabras, no pueden celebrar misas en iglesias ni el lugares públicos, mientras se realiza el juicio de acuerdo con el derecho canónico.
Por ahora se conoce, por medio de la investigación, que el grupo de religiosos realizaba prácticas sexuales entre hombres y mujeres de manera consentida. Aunque no cometieron en un delito penal, sí es considerado como un delito católico.
En Iglesia Católica colombiana se tenía sexo porque no consideraban que era pecado.
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