La ministra de Justicia, Gloria María Borrero, demandó en una reunión de la ONU sobre políticas de drogas que todos los Estados muestren la misma disposición que Bogotá en el combate contra las drogas.
«Colombia no ha escatimado esfuerzo alguno en todos los niveles y ámbitos para contribuir a contrarrestar el problema mundial de las drogas», aseguró la ministra en su intervención en la Comisión de Narcóticos de Naciones Unidas.
«Esperamos que todos los Estados tengan esa misma disposición para afrontar desafíos», añadió la ministra colombiana, y especificó la lucha contra el blanqueo como un aspecto en el que se deben redoblar los esfuerzos.
Borrero reconoció que el problema de las drogas es el principal desafío que afronta el Gobierno de Iván Duque para «avanzar en la agenda de estabilización y la consolidación de la convivencia pacífica» en el país.
La ministra recordó que en 2017 se registró un cultivo récord de coca de 171.000 hectáreas, que vinculó con «la vulneración masiva y generalizada de derechos en algunas zonas del país».
«Estamos frente a una amenaza de rompimiento del orden constitucional porque los cultivos ilícitos afectan a los derechos a la salud, a la vida, a la libertad, a la seguridad, a la paz y a un ambiente sano de millones de colombianos», expuso.
La titular de Justicia expuso que el nuevo Gobierno colombiano pretende «recuperar el terreno perdido» con un nuevo plan para reducir la disponibilidad de drogas y la extensión de cultivos de coca por medio de la erradicación voluntaria y forzosa, entre otras medidas.
Y agregó que la estrategia, denominada «Ruta futuro», incluye diversos aspectos como fortalecer la seguridad ciudadana, la aplicación de la ley, la salud pública, la protección del medio ambiente, un desarrollo económico sostenible y la consolidación institucional.
Borrero concluyó resaltando la importancia de la cooperación internacional para cortar los flujos financieros del narcotráfico, una actividad criminal trasnacional para la que es imprescindible el lavado de activos.