En Latinoamérica el término ‘marihuanero’ todavía carga con un gran estigma. Al tiempo, los resultados de los estudios sobre el daño que la marihuana produce en la salud de quienes la consumen siguen dejando más preguntas que respuestas.
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Así, entre lo legal e ilegal, ha girado el tema sobre el consumo de marihuana en el mundo: mientras unos países aprueban su uso medicinal y otros su uso recreativo, en otros tantos sigue dándose el debate de su legalización al tiempo que continúan sancionando a los portadores y consumidores.
“Creo que el futuro es hacia la legalización”, dijo la cantante y compositora Mon Laferte, editora invitada de PUBLIMETRO para esta edición, en medio de una discusión sobre la manera como los países en Latinoamérica avanzan en la despenalización de hechos antes considerados delitos, como en el caso del aborto, y claro, de la despenalización de la marihuana.
Latinoamérica parece ser una de las regiones que más avanza en esto, aunque en cada país la situación es diferente.
Por ejemplo, Uruguay es el primer y único Estado en la región que despenalizó el consumo de cannabis. Pero no solo eso, también es el único que logró controlar todo el proceso, desde la siembra hasta su venta. En este país comenzó el proceso de inscripción de quienes deseaban adquirir cannabis en farmacias con fines no médicos a mediados de 2017 y, según datos del Gobierno, para el 10 de diciembre de 2017 había 17.536 inscritos como compradores y 7700 cultivadores. Además, una red de 16 farmacias contaban con la autorización para su venta en ese momento.
Chile es, desde hace varios años, el país latinoamericano que más marihuana consume, según varios estudios. Por eso, desde 2015 empezaron a legislar a favor de la legalización y ya hoy es uno de los que permite el cultivo y venta para fines medicinales. Este mismo caso se repite en México, Argentina, Perú y Paraguay.
Pero el caso de Colombia llama la atención. Inicialmente se aprobó la producción y transformación de cannabis para fines médicos y científicos, para lo que meses después, en agosto de 2017, el Gobierno definió las reglas que regirían para dicho uso. Además de esto, antes se había despenalizado el porte y consumo de la dosis mínima, equivalente a 20 gramos de marihuana, según el Ministerio de Defensa. Sin embargo, con la llegada de Iván Duque a la Presidencia, se prohibió la dosis mínima, con el fin, según argumenta el Gobierno, de atacar al microtráfico.
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Sobre esto, Mon Laferte manifestó que hay mucha desinformación: “Hay gente que todavía cree que la marihuana es la que consume la ‘gente perdida’ y ‘drogadicta’, pero no todos son así”.
Por eso ella considera que todo se soluciona con educación. “Y no hablo solo de las aulas de clase, sino de la educación en sociedad”.
La marihuana vs.
otras drogas
La recomendación que hace la Organización Panamericana de la Salud (OPS) sobre el uso de sustancias psicoactivas es que todas las decisiones políticas que se tomen “deben estar fundamentadas en evidencia científica consistente, en aras de identificar cuáles derivados canábicos son útiles, en qué dosis y modos de administración”. ¿Pero qué dicen los estudios?
Sobre la marihuana, el informe mundial de 2018 de la Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (Unodc) dice que el cannabis sigue siendo la droga que más se consume en el mundo.
“Unos 275 millones de personas en el mundo, es decir, aproximadamente el 5,6% de la población mundial de edades comprendidas entre los 15 y los 64 años, consumió drogas en al menos una ocasión en 2016”. De esos, se estima que 192 millones de personas consumieron marihuana al menos una vez en el tiempo de estudio.
La Unodc también aseguró que entre 2006 y 2016 el incremento fue de aproximadamente el 16%, lo que significaría que va en paralelo con el aumento de la población mundial.
Pese a todo lo anterior, la Organización Mundial de la Salud (OMS) no ha desclasificado a la marihuana como una droga, contrario a lo que se creía. El año pasado solo desclasificó al cannabidiol, un compuesto del cannabis de los 200 componentes que tiene la planta. La conclusión a la que llegó la organización es que el cannabidiol no es adictivo, pero tampoco se puede recomendar para su uso porque son necesarios más datos.
Para Mon Laferte el uso de la marihuana no es un misterio, además le ayuda a calmar fuertes dolores: “Consumo marihuana. Sufro de dolores de espalda severos, porque viajo mucho, y lo único que me quita el dolor es fumar marihuana y eso no me convierte ni en drogadicta ni en ‘perdida’”.
Es más, ni la Unodc ni la OMS tienen datos de muertes por sobredosis de marihuana, aunque para la ONU esto se deba a que “es muy pronto para conocer el impacto de las últimas leyes”.
Sin embargo, la artista chilena reitera que todo se resume en la falta de educación y concluye el tema diciendo: “Soy pro legalización, pero las personas que deciden son las mismas, así que hay que salir a votar”.
Conocer el contexto
• No hay datos que confirmen muertes por sobredosis de marihuana.
• El cannabis es usado en varios países, como Perú, para aliviar los síntomas del cáncer, la epilepsia y el párkinson.
• En Brasil se tiene registro del uso de un medicamento a base de marihuana para tratar la rigidez de los músculos en pacientes con esclerosis múltiple.
• Pese a que Colombia es un gran productor de marihuana, no es el mayor consumidor. El mayor es Chile.