María Eugenia Ramírez, feminista y una de las vocera de la organización Cumbre de Mujeres y Paz, se refirió a la mujer como víctima y su lucha por encontrar un espacio diferencial en el acuerdo de paz firmado con las Farc.
“Las cifras demuestran que hay más riesgos para las defensoras de derechos humanos”, indicó la vocera durante la charla de la Cumbre Nacional de Mujeres y Paz. Según Ramírez, hay casos recientes de mujeres víctimas de desplazamiento que han revelado que por ese trabajo de defensoras también han sido víctimas de violencia sexual. “Siempre es importante que le pongamos el ojo a eso. Dirán que eso le pasa a hombres y mujeres: las amenazas, la violencia. Pero siempre tenemos que poner atención a que los efectos del conflicto han sido desproporcionados para las mujeres porque es que el conflicto pasó por el cuerpo de las mujeres”, indicó.
Para la vocera de la Cumbre, es importante hacer esa lectura siempre en todas las políticas de un Estado. “Por ejemplo, las experiencias de las mujeres del M-19 demuestran que a ellas las condujeron a la cocina. Y con el respeto de todas, a excepción de unas que pudieron figurar, la mayoría de ellas terminaron en la cocina”, dijo. Luego contó: “Victoria Sandino, de las Farc, nos dijo en una charla en La Habana: nosotras no vamos a cambiar las armas por la cocina porque nos consideramos sujetas políticas que reivindicamos un lugar en esta sociedad. Hoy Sadino es senadora por el partido Farc”.
Por eso Ramírez recalcó que el país necesita una paz completa, que incluye un acuerdo con el Eln, pero esa paz completa también debe incluir las garantías para que las mujeres puedan gozar de todos los derechos ciudadanos.
