Alberto Carrasquilla no es un nombre novedoso en el Gobierno. Quien asumirá el Ministerio de Hacienda desde el 7 de agosto es un viejo conocido de esta cartera, ya que el expresidente Álvaro Uribe le encargó la labor desde febrero de 2003, hasta marzo de 2007.
El que fuera ministro de Hacienda obtuvo varios logros como el crecimiento de la economía colombiana con 6,7% anual, lo que le valió reconocimientos, pero también tuvo descaches, que no sabemos muy bien, medito en 11 años, o que sigue pensando.
Por allá en 2008, luego de haber abandonado el cargo, el ahora ministro electo, aseguró que el salario mínimo «era ridículamente alto»… Imagínese usted. Esto fue en 2008, cuando el salario rozaba los $460.000.
En medio del 70 Congreso Cafetero, en donde también se discutía sobre el salario mínimo de vigencia de 2009, el ahora ministro aseguró que subirle al salario mínimo era un despropósito, sin propósito:
“El salario mínimo en Colombia es ridículamente alto en Colombia”, dijo. “Cerca del 30% de la población colombiana, gana por debajo del salario mínimo legal y si se le añaden los cargos de los parafiscales, esta proporción aumenta notoriamente. Entonces, ¿para qué aumentamos esta brecha subiendo más el salario, si ni siquiera se garantiza que el promedio en el que está el salario en este momento, alcance para subsanar las necesidades básicas?”, se preguntó el consultor.
Pero eso no es todo, en algún momento, Carrasquilla expresó que el Chocó, como departamento, por sus cuestiones sociales y de economía «era una carga para el país». Las polémicas han sido recordadas tras su elección y los opositores tienen miedo que su elección represente un retroceso en economía social, para el país.