Conmoción ha generado la violencia con que asesinaron a Diego Loza (34) el 23 de junio en la provincia de La Pampa.
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Mientras Loza se encontraba en el baño, dos sujetos le dieron tres tiros: en el codo, en el pie y en la boca, según recogeel diario el Clarín.
Posteriormente envolvieron el cadáver en una frazada y lo escondieron en una parrilla, ubicada en el balcón del departamento, lugar donde se alojaron por dos días e, inclusive, organizaron una fiesta.
El lunes 25 llegó la policía al departamento, luego de que los conocidos de la víctima reportaran su desaparición.
Cuando las autoridades llegaron al sitio, no encontraron a nadie, solo el cuerpo, los restos de la fiesta y unas empanadas aún calientes sobre la mesa.
Captura
Las empanadas fueron un elemento determinante para arrestar a los implicados. Los dos sujetos acusados, Walter Rojas Pedraza (22) y un joven de 17 años sin identificar, fueron grabados por las cámaras del restaurante donde compraron la comida.
Pero no fue el único error, ya que más tarde los investigadores descubrieron que Pedraza publicó una fotografía en un sitio de compra y venta de artículos.
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En el sitio web el asesino pretendía vender el televisor de la víctima.
Con todo en contra, uno de los acusados confesó el asesinato y se justificó diciendo que cometió el crimen porque Loza «gritaba mucho, se quejaba por los tiros», publicó el medio argentino.