La Policía colombiana confirmó hoy que el Gobierno estadounidense apoyó las investigaciones que terminaron con la captura del exjefe de sicarios de Pablo Escobar, Jhon Jairo Velásquez Vásquez, alias «Popeye», acusado de los delitos de «concierto para delinquir» y extorsión.
El comandante de la Policía Metropolitana del Valle de Aburrá, brigadier general Óscar Gómez, reveló en conferencia de prensa que Estados Unidos, a través de su embajada en Colombia y especialmente con la Oficina del Agregado de Seguridad Inmigración y Aduanas (ICE), ha brindado un «apoyo incondicional» en este proceso que permitió hallar evidencia de las acciones delictivas de Velásquez.
«Suficientes elementos materiales probatorios nos permitieron evidenciar que este sujeto seguía delinquiendo bajo la modalidad de extorsiones y concierto para delinquir (…) prácticamente tenía una oficina de cobro y obligaba a ciertas personas a retornar algunos bienes, entre ellos inmuebles y vehículos», reveló Gómez.
Indicó que las investigaciones iniciaron tras la captura en diciembre de 2017 del narcotraficante colombiano Juan Carlos Mesa, alias «Tom», quien ese día se encontraba de fiesta con el exsicario de Escobar.
A partir de ahí, según explicó Gómez, las autoridades tomaron la «firme decisión» de investigar los nexos de «Popeye» con la Oficina de Envigado, estructura criminal que lideraba alias «Tom».
Sus víctimas, quienes decidieron denunciar, eran algunas familias que quedaron con recursos por herencias y, además, poseían bienes de conocidos de Velásquez que «seguramente eran productos del narcotráfico».
«La ayuda de Estados Unidos y su acompañamiento está direccionado a prestar protección a las víctimas de este criminal», precisó Gómez al referirse a la posibilidad de extraditar a «Popeye».
El exsicario del extinto capo del narcotráfico fue capturado hoy en las instalaciones de la Fiscalía en Medellín, cuando se presentó a radicar un derecho de petición para averiguar si estaba siendo investigado por sus constantes amenazas a los seguidores del candidato presidencial de izquierdas Gustavo Petro a través de Twitter.
«Popeye» estuvo más de 23 años en la cárcel y ha manifestado en diversas entrevistas que se reintegró a la sociedad.
La Fiscal Nacional contra el Crimen Organizado, Claudia Carrasquilla, manifestó que las autoridades «le cumplimos a la sociedad».
Detalló que Velásquez también le será acusado de los delitos de «terrorismo agravado en concurso y el delito de instigación», pues a través sus redes sociales estaba convocando a la ciudadanía para que se «alzara en armas» y no permitiera que se realizarán unas elecciones presidenciales en paz.
«Pudimos librarnos de esta persona que venía generando terror y zozobra ya que amedrentaba a los ciudadanos», acotó la fiscal, y detalló que «Popeye» podría pagar una condena de entre 18 y 20 años de cárcel.
Carrasquilla señaló que el capturado «posiblemente» tiene vínculos con el microtráfico.
El alcalde de Medellín, Federico Gutiérrez, resaltó el apoyo «fundamental» de Estados Unidos y consideró que con la captura de «Popeye» se envían mensajes «claros y contundentes» a los delincuentes.
«No hay futuro a quienes eligen la mafia como camino», dijo Gutiérrez, y agregó que en Medellín «quien la hace, la paga».
En la noche de hoy, Velásquez fue presentando ante un juez de control de garantías para imputarle inicialmente los delitos de concierto para delinquir y extorsión, y legalizar su captura.