El presidente Juan Manuel Santos calificó de «cobarde» el ataque en el que ocho policías fueron asesinados en una emboscada en San Pedro de Urabá, en el departamento de Antioquia.
«Rechazo total al cobarde ataque», escribió el jefe de Estado en su cuenta de Twitter, donde además de expresar su solidaridad con los familiares de los asesinados aseguró que «vamos con absoluta contundencia tras los responsables de estos actos».
Los agentes asesinados, un subintendente y siete patrulleros, acompañaban a funcionarios de la Unidad de Restitución de Tierras cuando fueron emboscados en el caserío de El Tomate.
Aunque se desconocen los autores del ataque, en la región de Urabá, que limita con Panamá, operan diferentes grupos, entre ellos el Clan del Golfo, la mayor banda criminal del país de origen paramilitar, señaló la Policía.
A la condena de Santos se sumó la del director de la Policía de Colombia, general Jorge Hernando Nieto, quien calificó la acción como un «acto de barbarie».
Los fallecidos son el subintendente Fabio Sarmiento y los patrulleros Never Alfonso Sierra Franco, John Jairo González Cardona, José David Pérez Hernández, Darlin Rodríguez Sarabia, Jorge Pacheco Solano, Giovanny Rodríguez Castaño y José Alejandro Sade Ballesteros.
El Clan del Golfo nació luego de la desmovilización de las paramilitares Autodefensas Unidas de Colombia (AUC) en 2006 y se convirtió en la banda criminal más buscada del país, dedicada al narcotráfico y la minería ilegal, principalmente.
El pasado septiembre la organización, liderada por Dairo Antonio Úsuga, alias «Otoniel», anunció su intención de someterse a la justicia.