William Córdoba cumple cadena perpetua en la cárcel de San Quintín en EE.UU. luego de que fuera encontrado culpable de robo y asesinato en 1981 en San Francisco.
El año 2010, el reo logró conseguir un empleo de oficina junto a Silvia Pulido, una consejera vocacional de la prisión, señala San Francisco Chronicle.
Tiempo después de comenzar el trabajo, Córdoba asegura que la mujer lo “obligó” a tener sexo y a cambio ella le ayudaría a encontrar un abogado que le ayudara a salir de la penitenciaría.
El sujeto denunció que Pulido lo convirtió en su “esclavo sexual”, pero dijo que quiso terminar la “relación” cuando supo que la mujer hacía lo mismo con otro recluso.
Al comunicarle que la relación se terminaría, Córdoba señaló que la consejera tomó represalias y lo acusó de “infracciones disciplinarias” por lo que tuvo que pasar más de 9 meses en una celda de confinamiento.
El 2010 el sujeto demandó a Pulido por “castigo cruel e inusual” e incluso dijo que tuvo que tomar “terapia psiquiátrica” para superar la situación.
Durante seis días se realizó un juicio en un tribunal de Oakland y la justicia determinó que Pulido era culpable de las acciones de las que se le acusaba y un jurado compensó a Córdoba con “US$ 15.414 en daños compensatorios y US$ 50.000 en daños punitivos”.