Viktoria Demeshkina es una joven parvularia rusa que trabaja en la ciudad de Ekaterinburgo, la cual vive momentos difíciles luego que por la presión de los padres de sus alumnos, deberá buscar un nuevo trabajo.
Según consigna The Sun, la mujer de 26 años fue obligada a renunciar debido a que los apoderados consideraban que era «demasiado sexy» para cumplir con sus labores profesionales.
De acuerdo a los padres, «sus poses no son apropiadas para una persona que trabaja con niños», haciendo alusión a las fotografías que subía a redes sociales.
Además, reclamaron que «la forma en que se ve y viste puede afectar de mala manera a los menores».
Ante los alegatos, la joven se defendió indicando que las imágenes no tienen relación con su trabajo y declinó cerrar sus cuentas en redes sociales, por lo que finalmente decidió abandonar el establecimiento y comenzar a buscar un nuevo horizonte laboral.